Carlos Manuel Aravena ha desarrollado el oficio del chinchinero por más de 37 años, desde pequeño aprendió a tocar junto a organillos, desarrollando junto a su familia un estilo de toques y bailes coreográficos independientes del ejercicio tradicional. Carlos Aravena ha participado y ha sido reconocido en diversos programas de la televisión chilena como "Baila Domingo", "Cuánto Vale el Show", etc. y documentales de la televisión canadiense como "Tout le monde dense" el año 2012.

Por su experticia con el chinchín y su gran experiencia, el año 2012 participó como maestro durante un mes en la Escuela Carnavalera Chinchintirapie, donde realizó una clínica con los jóvenes que aprendían el arte del chinchinero. También durante su carrera se ha desarrollado como maestro y artesano de la construcción de bombos (chinchín) y juguetes tradicionales como remolinos y chicharras, los cuales son vendidos en la calle.

Ha participado de la Corporación de Organilleros de Chile, la cual preside Héctor Lizana y agrupa a la mayoría de los organilleros de Chile. También con el fin de difundir y lograr oportunidades de espacios disponibles para el ejercicio de su oficio, es parte de la Agrupación Itinerante de Artistas Callejeros, donde solicitan espacios para poder tocar.

El chinchinero es el personaje típico y por excelencia de la zona central del país (Santiago y Valparaíso), actualmente existen sólo nueve o diez familias que desarrollan el oficio durante todo el año, Carlos Manuel Aravena Aguilar, es cabeza de una de esas familias que hoy cuenta con su cuarta generación entorno al oficio, herederos del legado del organillero ya fallecido Luis René Aravena. Se define como un artista callejero, popular y único en el mundo, ya que el chinchín como instrumento no existe en ningún país que no sea Chile. El chinchinero es de las pocas manifestaciones que es única y propia de la zona central del país y del mundo, lo cual tiene una relevancia mayúscula en materia de valor patrimonial.