Nació y se crio en la zona, cuenta que toda su familia ha estado arraigada a Lo Valdivia.

Comenzó a aprender el oficio desde los 8 años, mirando a su padre y sus socios. Es salinero mediero y artesano, ya que también hace herramientas en madera.

En su familia también conocen el oficio su padre, su abuelo, su hermano y sus sobrinos.

Sobre la transmisión del oficio comenta que “Se transmite el uno al otro, con la gente con la que trabajamos. A los mismos socios y compañeros siempre nos enseñamos (…) Se mantiene casi la misma cultura, se ha cambiado en modernidad, en las herramientas, como las bombas.”

Sobre el ser salinero indica que “Es una profesión que no cualquiera la tiene, es única. Son muy pocas las salinas que existen a nivel mundial (…) Todos los que trabajamos. Las familias, vecinos, todos los que viven aquí. Se valora, porque es sacrificado, y eso es importante.”