Juanita Blanco Llanquileo es nacida y criada en el lof Copinche de la comuna de Cholchol, recibiendo el conocimiento para la elaboración de trarikanmakuñ de su madre Marcela Llanquileo Leufuman. Su abuela, Llanquiray Leufuman, también desarrollaba la práctica del trarikan en el lof Copinche. Ella espera transmitir este conocimiento a sus hijas.

Las prendas que confecciona permanentemente son trarikanmakuñ de diferentes colores, según el estatus de la persona que la encargue. También confecciona otras prendas tradicionales el como el trarilongko, imprescindible en la participación en ceremonias comunitarias y, en menor escala, otras prendas utilitarias que se consideran parte de la innovación textil, como murales, caminos de mesa, set de individuales, bolsos y pasilleros.

Juanita expone los cambios que han tenido que enfrentar las artesanas mapuche de su territorio, ya que en los últimos años las familias crecieron, nuevas familias se formaron y cada vez se dispone de menos tierra. La restricción del terreno impide realizar crianza de ovejas para producir lana como antes, por lo que corresponde comprar esta materia prima y, en el caso de otras materias primas, como la ñocha, ya no existen, al igual que tintes naturales de árboles, arbustos y plantas nativas, pues hoy predominan las plantaciones de pinos y eucaliptus que transformaron el ecosistema del sector. No hay agua en su comunidad, el déficit hídrico es tan grande que la reciben en camión aljibe desde el municipio y destinan una parte de ella al proceso productivo de sus tejidos. La leña, que también es necesaria en el proceso productivo, es escasa, también hay que comprarla.

Juanita está transmitiendo su conocimiento: “me gusta enseñar la cultura a mis hijas, que comprendan de dónde viene el trabajo del trarikan. Es súper importante enseñar, hay niños muy interesados en aprender, uno tiene que inculcarles más. Margaret Pascal tiene 14 años, siempre le digo ‘hija aunque aún no sepas tejer tienes que conocer la técnica, como se hace’. Mi hija Michelle Relmutray de 4 años dice ‘voy a trabajar mamá’ y se pone a tejer, le pido que me ayude a sacar amarras”.

Tuvo la experiencia de enseñar a niños y niñas de su comuna en el Liceo James Mundell de Cholchol, compartiendo el relato sobre la historia de este tipo de tejido explicando como ha cambiado la práctica de trarikan en el tiempo. Este ejercicio fue dirigido a niños de tercero básico, con énfasis en las materias primas, y con los niños y niñas de cuarto a octavo básico, trabajaron particularmente con el tejido.

Juanita Blanco Llanquileo es portadora del conocimiento y las prácticas tradicionales de trarikan, está habilitada para enseñar y manifiesta interés por contribuir a la transmisión del conocimiento del oficio a las nuevas generaciones.

Ella plantea que son las propias mujeres las que tienen que valorar su trabajo como artesanas mapuche, pues constituye una forma de mantener la vigencia de la cultura propia y una forma de generar recursos económicos para la subsistencia de sus familias.

Actualmente es presidenta de la organización de mujeres mapuche “Epu Lof Mapu”, que tiene como propósito demostrar que juntas y unidas pueden salir adelante.