Sabina Ñancuán Nahuelpán
Machi / Partera
Toltén, La Araucanía

La abuela Sabina, de edad no definida, calculada sobre 96 años, es una mujer medicina, última de su estirpe.

Sus conocimientos heredados de sus ancestros son tan antiguos como el mismo pueblo Lafkenche. Desde esa perspectiva, la abuela Sabina ha mantenido la pureza del conocimiento debido a las siguientes razones:

1. No habla castellano, aunque se esfuerza por decir una que otra palabra.
2. Conoció al hombre blanco recién a los 30 años.
3. Jamás ha salido de su comunidad.

Esto ha producido una pureza en el conocimiento de tal magnitud, que estamos frente a la más auténtica mujer medicina del centro sur de Chile.

Partera
La abuela Sabina es la última partera tradicional, lo que implica una serie de ritos y prácticas documentadas por última vez a finales del siglo XIX, como el hecho de caminar por la ruka para que la mujer tenga su hijo de pie y luego encuclillarla para recibir al niño. Cabe destacar que la Abuela fue sola a parir al bosque sin ayuda de nadie y en la más absoluta soledad, y con ello poder asegurar que uno de los 8 niños nacidos, heredaran el Quimún y Newen (conocimiento y fuerza) del bosque. Si es necesario, la abuela lleva al feto a recuperar su posición normal dentro del útero para que el parto no se complique. Usa la medicina para la fertilidad, planificación del embarazo e incluso anticonceptivos naturales. Guía espiritualmente a las madres y a sus guaguas para que ambos encuentren el sentido en este mundo y su eslabón dentro de la comunidad.

Machi
La naturaleza de su medicina es única, lo que quiere decir que usa plantas no documentadas por la antropología ni la etno botánica nacional (según Roberto Parada, experto en tradición y ritos en pueblos indígenas). Respecto a ello, la abuela Sabina Ñancuan utiliza plantas endémicas circunscritas sólo a una delimitada zona donde ella vive, y que tienen diversos usos dependiendo del enfermo y sus necesidades.

Las plantas en este contexto no son estandarizadas como lo hace la farmacia occidental, sino que el proceso de elección de la medicina (no limitada sólo a las plantas) dependen de la profunda conexión que se desarrolla entre el paciente y ella, más allá del plano físico. Es a través de los sueños que la mujer habla con los antepasados del enfermo y con su propio espíritu para resolver las dolencias que según la tradición, son dolencias espirituales manifestadas en el plano físico, siendo éste el motivo de la complejidad de su conocimiento, puesto que la medicina se da tridimencionalmente, en el plano físico, espiritual y etéreo (el cosmos en sí mismo manifestado). Este último punto es fundamental, puesto que el ser machi no es algo que se aprenda, es una manifestación de los espíritus de los antepasados que obligan al portador de conocimiento a transformarse en Machi, no pudiendo eludir esta obligación so pena de muerte. Es además necesario que quien sea llamado, se le instruya en lo espiritual por otras Machis. La abuela en ciertos rituales de transes necesita de otras machis que la apoyen durante sus estados, reuniendo a muchas de ellas para trabajar en conjunto.

Por ello la abuela Sabina es fundamental, es ella quien sostiene este poder como máxima autoridad Lafkenche, portando el espíritu milenario del pueblo y que al momento que ella parta de este mundo, su conocimiento se habrá perdido.

  

  • Identificador SIGPA: CI2510
  • Fecha de registro: 03-11-2015
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Femenino
  • Comuna: Toltén
  • Region: La Araucanía
  • Fallecido (27/09/2016)
  • Cultora destacada 2012
Ubicacion
Fotografías