Tal como ocurre en todo el territorio de Chiloé, cuando se habla de banda se refiere a la agrupación de músicos que se conforma para la celebración de una festividad religiosa particular, la cual generalmente mantiene a sus integrantes, pero también puede sumar o restar algunos dependiendo de su disponibilidad y del ente convocante. En Gamboa la familia que “saca la fiesta” es quien convoca. Con esto nos referimos al grupo familiar que realiza una promesa de fe y asume las labores de organizador y convocante de una comunidad muy activa que entre sus integrantes cuenta con una antigua rezadora, cuya hermana destaca por realizar los vestidos que cada año estrena su Santa Patrona y muchos otros santos venerados en el archipiélago.

Durante el siglo XIX en un pequeño oratorio de la familia Alarcón Borquez, la imagen de Virgen de Gracia recibía las oraciones y suplicas comunitarias debido a una devastadora peste que afecto al sector. A fines de ese siglo la imagen fue trasladada a la iglesia que la comunidad construyo. Es en relación a esa época, que la comunidad asocia la presencia y origen de los pasacalles devocionales en el sector, pues como ocurre en todas las localidades, no hay un hito fundacional de las bandas tradicionales.

Sagradamente entre el 28 de agosto y 5 de septiembre se realiza la novena para preparar el día de la celebración en honor a su patrona, la cual se lleva a cabo el día 8 de septiembre, momento en que la iglesia es engalanada con bellas guirnaldas de aromos y arcos con flores para la virgen. De acuerdo a los recuerdos de la comunidad, se señala que la novena comienza antes, pues se adaptó la fecha para que los músicos de la localidad pudieran colaborar con la localidad de Nercón (localidad vecina y parroquia a la que pertenecen), donde también se celebra como patrona a la Virgen de Gracia. Esta acción de estrecha colaboración se realizó hasta mediados de los años ochenta, cuando comenzaron a asentarse diversos músicos en Nercón, quienes asumieron activamente estas labores. Pese a ello, como parte de la tradición es común que la comunidad participe de ambas celebraciones y así también lo hacían los músicos que eran invitados.

La novena es acompañada con música de pasacalles para invitar a los vecinos, los músicos también participan de la diana, tocando una hora de pasacalles mientras esperan, frente a una gran fogata, el amanecer del día de la celebración dedicada a su patrona. Acompañan con su música los rodeos previos a la misa y la posterior procesión que recorre calles aledañas a la iglesia. A esta importante celebración en los últimos años, durante el mes de agosto, se ha sumado el culto al Jesús Nazareno.

Los instrumentos que son ejecutados son: guitarra, acordeón, bombo y caja redoblante. Interpretan dos pasacalle que denominan “Pasacalles de Gamboa” y los caracteriza como sector, hay un tercero que la generación actual alcanzo a escuchar, pero que se dejó de tocar y por ello ya no recuerdan, aunque manifiestan su interés de recuperarlo y volverlo a tocar. También ejecutan el del Jesús Nazareno que es común al que se toca en la isla de Caguach y a otros sectores donde se le rinde culto.

Si bien los instrumentos musicales son modernos, el bombo y la caja son de factura artesanal, lo cual es destacado por los músicos, pues señalan que de esta forma se mantiene la armonía de la música tradicional. En el sector aún cuentan con un vecino que construye de forma artesanal este tipo de instrumentos de percusión

Los músicos que actualmente colaboran con la fiesta de la Virgen lo hacen con mucho compromiso y devoción, señalan que a pesar de los escasos tiempos del ritmo de vida actual, es un compromiso interno consigo mismo y con su fe, ello los motiva a que con mucha emoción cada año participen de esta actividad.