Aprendió al rededor de los 9 ó 10 años. Señala que: “desde chico me tiró la soga, cuando veía trabajos le ponía interés, pero no por un tema familiar, porque mi papá no se dedicaba a eso y mi abuelo menos”. Su interés nace debido a que en el entorno residen muchos trabajadores en soga, de quienes se interesó y comenzó a aprender. Recuerda a don Fidel Inallado (64 años), como uno de sus referentes, a quien observaba para aprender, pues no enseñaba directamente: “veía cómo hacían sus lazos, pero tampoco es que me enseñara”. Gracias al libro digital denominado “Trenzas Gauchas”, aprendió gran parte de lo que sabe, pero señala que la práctica ha sido su mayor herramienta para mejorar e ir forjando su propio estilo. Aprendió a sobar el cuero y señala que no tiene problemas para acceder a la materia prima de vacuno, pues hay abundancia en el sector y la obtiene de forma gratutita. Para él, la materia prima más escasa, es la lonja de cuero de potro. Sus trabajos son del tipo utilitario, no realiza “sogas de desfiles”, ya que señala que no tienen mucha salida en el lugar donde vive, ya que lo más solicitado son trabajos para el uso diario, como riendas, bozales y lazos. Manifiesta saber muchas técnicas, como el tejido de cabo con lezna, torcido, trenzado y trabajo costurado, bombas, sortijas y barqueros, pero lo que más le gusta y su mayor desafío es la trenza. Como aún es muy joven, cuenta que solamente le ha enseñado a un vecino menor. Para el cultor es un orgullo desarrollar este oficio y poseer dominio de varias técnicas, pues señala que,en su caso, se vende bien, aunque percibe cierto riesgo de desaparición y poco traspaso del conocimiento de parte de los sogueros más antiguos hacia los más jóvenes.

Alejandro Millacura es un soguero activo, que desarrolla el oficio de forma constante, pues lo ejecuta durante todo el año, a pesar de que señala que en verano la actividad decrece y en invierno es cuando más trabaja, en complemento a su actividad ganadera. Por otro lado, al ser tan joven, es parte del recambio generacional y, por ende, parte importante en la vigencia de su práctica. Junto con ello toma mecanismos de transmisión mixtos, tanto la lectura, como la observación, pudiendo complementarse desde distintas vertientes. Es además un soguero de trabajo, pues se dedica a elaborar prendas netamente funcionales, para ser utilizadas en las actividades campesinas y puestas a prueba por sus pares, en términos de duración, calce en los animales y excelencia en las terminaciones.