Ema Labra Valenzuela es locera del sector de Pilén Alto. En el marco de la investigación realizada entre 2018 y 2019, se extraen sus citas biográficas sobre su historia como locera. “Yo tendría unos 12 años cuando aprendí y le ayudaba a mi madre (Edita Valenzuela) a machacar la greda, a cocer, a buscar la leña. Cuando yo aprendí a trabajar esto, estaba niña chica y aprendí mirando a mi mamá, a mi abuelita y quise ganar plata, así que me puse a hacer unas pailitas chiquititas y cuando fuimos a venderla, fuimos con mi mamá a la feria, gané plata con mi loza, y ya supe que era algo mío, de mi sacrificio, así que me gustó el trabajo, me gustó ganar plata y tener mis cosas y lo seguí haciendo. Después me casé, tuve mis hijos, mi marido me ayudaba, él es bien bueno para bruñir, me ayuda a cocer, cuando me hacen los pedidos, porque yo ahora vendo a Artesanías de Chile no más, porque en la feria se vende poco. Pude tener mi plata, mi propia plata para tener mis cosas, el único ingreso, porque mi mamá trabajaba en greda, y yo aprendí a trabajarla también. La loza es todo para nosotros, como familia, los cuatros que vivimos, porque uno necesita, para todo necesita dinero y si no hay. Por la agrupación y por ser locera, yo he conocido muchas partes, ahí pude salir, conocí Santiago, fui a la Quebrada de las Ulloa, que también hay loceras allá, así que la loza me ha traído momentos lindos. Yo me siento orgullosa de mi trabajo. No he podido enseñar, mi niña acá quiere agarrar greda para locear, pero ella todavía no es capaz de formar figuritas. Gente adulta también, porque hay gente que aprende después de grande el trabajo, como mi cuñada, ella aprendió después que se casó con mi hermano, ahí aprendió a trabajar y es bonito aprender a trabajar o enseñarle a personas que no sepan, porque se están acabando ya las personas antiguas y ¿Quién va a seguir el oficio? Después, si no hay”.

Ema participa en la Agrupación Loceras de Pilén desde que se formó y recibieron el reconocimiento Tesoros Humanos Vivos. Señala que existe una responsabilidad como socia en escuchar, en opinar, según las gestiones de la directiva, manifestar su opinión si está de acuerdo o en desacuerdo, votar para elegir a quienes formarán parte, entre otras responsabilidades.

Loceras de Pilén reconocidas Tesoro Humano Vivo 2012.