Emma Fernanda Madariaga Valladares
Cartagena, Valparaíso

Emma Madariaga Valladares (1998) es una joven cantora popular que hoy vive en la comuna de Cartagena, región de Valparaíso. Aprendió a cantar de la mano de su abuelo y padre al mismo tiempo que aprendía a hablar. "Yo me crie cantora"- dice. Al corriente, Emma ha participado en numerosos encuentros de Canto a lo Poeta y paya, tanto en Chile como el Latinoamérica. También ha participado en numerosos registros de audio y visuales.  Actualmente se encuentra estudiando Pedagogía en Música e investigando desde su experiencia el rol que la mujer cantora ha tenido en el desarrollo del oficio tradicional. Pertenece a la Familia Madariaga, reconocida como Tesoro Humano Vivo el año 2017.


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Actual cantora a lo divino, a lo humano, poeta y payadora (guitarronera) integrante de la tercera generación de la familia Madariaga.


Empecé cantando desde muy chiquitita, en esa época desde que uno está aprendiendo a hablar; pero empecé a tomar conciencia de lo que cantaba a medida que crecía, cuando empecé a crecer, al mismo tiempo empecé a entender lo que estaba cantando: qué era una décima, qué era el Canto a lo divino…eso hasta el día de hoy. En una sola época hubo un proceso de estar sentada en una sala, de estar aprendiendo en una modalidad más pedagógica, pero el resto del aprendizaje fue siempre oral, escuchando, sobre todo. Eso fue de cantores a lo divino en lugares que son del contexto del canto a lo divino, principalmente de cenas a media noche, de ruedas, de vigilias, y novenas, y cantores como Domingo Pontigo, mi papá (Arnoldo Madariaga López), mi tata (Arnoldo Madariaga Encina); don Pancho Astorga. Y lo de la paya lo aprendí mirando. Cuando chica, antes de improvisar, me subía a escenarios de la paya pero a cantar décimas hechas, versos, ya después a banquillos, y me fui dando cuenta en qué consistían las modalidades, y después hubo un momento en que me sumé a un taller de Casablanca, y ahí desarrollé más la práctica, la improvisación. 


Eso partió en mí cuando era más chiquitita; sobre todo por ver en mi casa canto, por ver a mi Tata cantando, leyendo libros de versos. Y con mi papá cantábamos en las noches, cantábamos entonaciones y también cantábamos tonadas, tonadas campesinas y valses. Cuecas fueron después; principalmente tonadas de la tradición. Eso también se fue dando de a poquito. De repente mi papá me daba tareas, muy pocas veces me dio una tarea de versos. La tarea que me dio una vez, siendo yo muy chiquitita, fue buscar rimas consonantes con la palabra tetera, por ejemplo; y hacer un listado. Leer mucho, sobre todo. Yo tengo recuerdos de empezar a leer, y tener en mis manos La Biblia del Pueblo y la Historia Sagrada; esta es un tipo de biblia que está relatada en poesía popular. Yo con eso aprendí a leer. 


Yo creo que es difícil decir ‘soy esto’, ya que es tan grande el mundo del Canto a lo Poeta, que siento que es súper difícil definirse. Siento que soy cantora a lo divino, pero tengo un montón de cosas sobre el canto a lo divino que no he aprendido todavía porque es algo súper grande, tiene que ver con algo principalmente de fe, y también de conocimientos. De no llegar y ver un verso escrito en un papel e interpretarlo, es conocer la biblia, conocer pasajes, conocer la cosmovisión que tienen los cantores respecto a los temas. Soy aprendiz del canto a lo divino, del canto a lo humano también. Me gusta crear, soy poeta; y también soy aprendiz de payadora; porque uno nunca es lo suficientemente buena de lo que quisiera ser. Practico la guitarra traspuesta y el guitarrón. 


Reconocida Tesoro Humano Vivo Familia Madariaga en 2017.

Yo sí he transmitido estos conocimientos a personas. Eso partió, principalmente, porque mi papá y mi tata, desde que yo tengo conocimientos, se han dedicado a los talleres. Yo nací en el 2002 y ellos empezaron en el 2000. Desde chica tuve la oportunidad de viajar con ellos, cuando tenía la oportunidad, y presenciar charlas o clases en aulas; ya sea con niños o con adultos. Primero fui como oyente, y también mi papá me hacía cantar alguna décima porque mi voz se asemejaba con el tono infantil, y se hacía más fácil para los y las niñas ver el canto como algo cercano para ellos.  Y eso permitió que la mirada de la gente que estaba aprendiendo cambiara en el rango etario de las personas que cantan. Recuerdo una experiencia en Valparaíso, ya cuando estaba improvisando fui a un curso que tenía el profesor Eduardo Albornoz, quien era mi compañero en el taller de Casablanca. Él me llevó a un curso que él hacía en un colegio en el que tuve la oportunidad de estar una hora sola con estudiantes. Eso fue exposición del Canto a lo Poeta, fue canto y me marcó mucho, porque fue como decir “esto es lo que yo quiero hacer”. Y, también, en la escuela rural en la que estudiaba tuve esa oportunidad. Mi papá hacía clases de canto a lo poeta, y en una oportunidad yo pude ayudar a mis compañeras. 


Para mí es importante ser portadora y difusora en el canto a lo poeta. Me considero cantora a lo poeta, porque el canto a lo poeta abarca este mundo; y también lo que he ido aprendiendo es el canto campesino, yo también lo siento aparte de la poesía cantada; y también me siento parte de la historia de la cantora, de la guitarra traspuesta. Siento que es algo muy importante de mantener, y llevarlo a lo cotidiano, y no decir “oh, en el siglo pasado existió la cantora en el campo chileno”; no pues, la cantora está en la ciudad, en el campo…hoy está la cantora de 60 años y la cantora joven. Son personas diferentes, pero cumplen una labor súper importante en la sociedad.

  • Identificador SIGPA: CI3708
  • Fecha de registro: 05-11-2020
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Femenino
  • Comuna: Cartagena
  • Region: Valparaíso
Ubicacion
Fotografías