Isabel Pakarati Tepano, nació en Rapa Nui el 4 de mayo de 1951, en el seno de dos importantes linajes isleños. Por una parte, el apellido Pakarati se asocia a una gran familia de músicos, talladores y artesanos isleños. Hombres y mujeres de este linaje han tenido un papel fundamental en la recuperación y difusión de las artes tradicionales locales y del singular folclore de este pueblo polinésico. Por otro lado, el apellido Tepano, se vincula a uno de los linajes más importantes del antiguo Rapa Nui, pues ha sido portador de la tradición oral proveniente de los tupuna, los ancestros. En este ambiente creció Isabel, amalgamando las antiguas tradiciones isleñas con nuevos conocimientos, que le han permitido con el paso del tiempo convertirse en una genuina representante de la tradición oral Rapa Nui.

Como gestora cultural ha promovido la creación de diversas instancias para la promoción y salvaguarda del patrimonio inmaterial Rapa Nui, destacando la creación del Taller Mana'u Tupuna (1994), dedicado a la investigación, rescate y revitalización de tradiciones orales y manualidades isleñas. Como especialista en estas materias es la depositaria de la Tradición del Kai Kai, la que ha sido traspasada de generación en generación en la familia Pakarati Tepano gracias a su fallecida madre Amelia Tepano Ika, (1904-1992), quien a su vez heredó esta tradición de su recordada abuela paterna Veriamo, nacida hacia mediados de 1850. Amelia, conocida cariñosamente en la isla como la ruau tete, la inició tempranamente en el arte del Kai Kai.

Asimismo, por el lado paterno, su abuelo Nicolás Pakarati Ure Po Tahi (1851-1927), primer catequista de Rapa Nui, fue hijo de Te 'Oho a Neru (1830-1915), descrita por el Padre Sebastián Englert (1974) como la última mujer Rapanui que se auto reconoce como neru, desaparecida institución que consagraba a niños y niñas a una vida de celibato y reclusión en cavernas del Cerro Poike, y tenían como parte de su instrucción el aprendizaje del Kai Kai.

El Kai Kai es básicamente un juego de hilos realizado por medio de las manos, donde el/la ejecutor/a arma una figura o ideograma, entrelazando los hilos entre los dedos de ambas manos, y a las cuales siempre se asocia un verso recitado llamado pata'u ta'u. Cada una de estas representaciones estaba dotada de un carácter mágico y fuerte significado ritual y social. Por medio de ellos se recreaban antiguos cuentos y leyendas o personajes míticos; se traspasaban los conocimientos de ceremonias y ritos vinculados a la arquitectura y tallado monumental, a la agricultura y pesca. Igualmente, sirvieron como instrumentos de control o sanción social, e incluso en algunas ocasiones, se ejecutaban con un claro propósito erótico.

Su aprendizaje y transmisión a través del tiempo, y al igual que en el resto de Polinesia, se efectuaba en el seno familiar, eligiéndose a niños o niñas, que presentaban mejores actitudes para el aprendizaje. La enseñanza comenzaba a temprana edad, y los niños y niñas seleccionados, eran rigurosamente entrenados y guiados por los maestros de este arte, antes que fueran instruidos en la sabiduría o conocimientos mayores de la sociedad. Su práctica se pierde durante la segunda mitad del siglo XIX, probablemente hacia la época de llegada de los barcos esclavistas (1862-63) y primeros misioneros (1864). Sin embargo, la tradición logró sobrevivir a estos acontecimientos, manteniéndose en forma oculta en algunas familias isleñas que lograron traspasar este arte.

Como principal cultora de esta tradición, ha sido parte de numerosos proyectos, talleres, reportajes y documentales en medios escritos y audiovisuales, tanto locales como nacionales e internacionales, lo que le ha permitido difundir esta tradición e incluso ser invitada a impartir clases en colegios de Santiago. Como parte de su ejercicio como cultora del Kai Kai, Isabel es una activa participante de fiestas y eventos tradicionales de la isla, destacando la Fiesta Tapati Rapa Nui, organizada anualmente por la I. Municipalidad de Isla de Pascua.

Isabel hoy es el referente del Kai Kai Rapa Nui, y al igual que su fallecida madre Amelia Tepano, la principal fuente de revitalización, difusión e información de esta singular tradición oral de Rapa Nui.

Reconocimiento Tesoros Humanos Vivos 2017

La cultora es heredera de una tradición ancestral y familiar muy relevante para la cultura Rapa Nui como es el Kai Kai, juegos de hilos que relatan y conservan la memoria histórica tanto de la comunidad como de sujetos particulares. En el Kai Kai confluye la tradición oral, el canto y la gestualidad corporal, haciendo de esta manifestación una expresión particular. Es muy reconocida por su comunidad como portadora de este saber tradicional. Dada su profundidad y representatividad es una práctica que es importante revitalizar y rescatar.