Gran parte de su familia materna fueron cantores campesinos de Caimanes. Su abuela Octavia Molina, y su madre fueron cantoras a lo Divino, junto a ellas aprendió a tocar la guitarra a los 8 años y a cantar a los 12 años. Se fueron a vivir a Socavón, donde continuaron con la tradición de cantores, acompañando en las alojadas de la Virgen Peregrina. Recuerda a cantores como Luis Herrera, Mario Saavedra y Alberto Molina. Aprendió los versos de su abuela, y otros versos del libro El Mesias, sabe afinar la guitarra, bailar y tocar danzas y lanchas. Tambien es alfer del baile chino Santo Domingo de Socavón, participando como chino y cantor en todas las fiestas que asisten, dentro de la comuna alrededor de 15 fiestas, y a la Quinta región asisten a Tabolango, Pachacamita, Hierro Viejo, y Quintero. Tiene una activa participación en la tradición de religiosidad popular, ya que es chino tamborero, alfer, cantor, toca la guitarra para danzas y lanchas, y también las baila con un paso cepillado.

Junto a don Caciano Monroy, también chino del baile de Socavón, mantienen presentes y activa la dinámica de canto a lo divino en las distintas fiestas que son invitados como chinos y cantores. Destacando las fiestas que se realizan en casa, donde lo principal es el canto a lo divino y los bailes religiosos, son fiestas organizadas por la familia dueña de casa. Y fiestas más grande como el Señor de la Tierra en Cunlagua, y la Santa Cruz en Illapel, donde sus voces ya son reconocidas por todos.