Asociación de Cuasimodistas San José de Lampa
Lampa, Metropolitana de Santiago

Antecedentes biográficos:

El padre del cuasimodista don José González falleció a los 103 años. Este longevo lampino fue uno de los fundadores del actual grupo de Cuasimodo en la comuna junto al padre de don César Lobo y las familias Álvarez, Valenzuela, Cabello y Velázquez, entre otras personas, provenientes de diversas localidades como Lampa, Lipangue, Peralillo, Los Barrios, Estación Colina, Lo Vargas, Chicauma, Santa Rosa, Lo Pinto y Batuco. El origen de la festividad en la zona radicó en la gran lejanía de caseríos y casas patronales entre sí, solicitando los patrones de fundo que sus trabajadores acompañaran al cura en la entrega de la Comunión ante posibles problemas de éste en terreno, remarcándose la posibilidad de robo del valioso copón de oro que el clérigo portaba. De esta forma, los latifundistas corrían con los gastos de la corrida (alimentos, animales, etc.) y recibían a cambio la presencia del cura en la capilla de su fundo y la entrega de la Comunión en su territorio para tan importante fecha.

En orden de fijar un origen histórico de la corrida en sí misma para la comuna, debemos remontarnos al año 1857 cuando se tiene el primer registro escrito que corresponde a una carta emitida por el párroco local:

(…) el mismo día del Cuasimodo i la devoción i el entusiasmo público fueron más que intensos. (…) Asistió el escuadrón de lanceros por disposición de su comandante don Juan Antonio Sereceda i más de 200 feligreses de a caballo, acompañando al Santísimo, al mismo tiempo que se oía el estruendo de muchos voladores. De las casas y rústicas moradas de ramas, sembraban el camino de flores. (Prado, 2010: 22).

Como era común en el siglo XIX, Cuasimodo era acompañado por sonoros fuegos de artificio, lo cual hoy es prohibido. Es de remarcar también la presencia militar en la corrida, en compañía de los grupos civiles, hecho que tampoco se verifica hoy en día. Se estima que la corrida en esta pequeña localidad rural fundada en torno a yacimientos mineros cercanos debe ser anterior a 1857, habiéndose constituido ahí una parroquia en 1824 (Ibid). También, según nuestros entrevistados, en algún momento en los orígenes de este Cuasimodo se habría corrido en combinación con el pueblo de Colina.

Las mujeres fueron factor muy importante en la conformación de este Cuasimodo, estando ellas siempre presentes junto a sus maridos jinetes, también montadas a caballo (corriendo con montura de lado). Asistían también sacrificados cuasimodistas caminantes. Debemos recordar que la locomoción por tan grandes parajes hasta mediados del siglo XX era casi sólo a caballo, a carreta con tracción animal y a pie.

El respeto religioso en los años de inicio de Cuasimodo en Lampa era muy profundo. Se veneraba la “cuarentena” (Cuaresma) como un tiempo de gran recogimiento y austeridad (ni siquiera ocupaban cuchillos en la comida), para luego desahogarse en alegría el día de Cuasimodo, alimentándose y bebiendo en buena forma. También se procedía a la quema de un muñeco de trapo que representaba a Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, a modo de desquite con tal indeseable personaje. En resumen, Cuasimodo se asumía como una celebración comunitaria del término de Cuaresma y felicidad frente a la Resucitación de Cristo.

Don César Lobo corre Cuasimodo desde el año 1964. Sus dos primeros años los realizó en Lo Barnechea, ya que el patrón del fundo Lipangue, donde trabajaba, llevaba a sus trabajadores a esa festividad. Desde que tiene memoria la corrida en Lampa se organiza en su raíz de la siguiente forma: cada año se turna el punto de inicio de las actividades entre Lampa central y Estación Colina, trasladándose la caravana desde un punto hasta el otro, para luego volver a la zona del inicio. Desde su comienzo hasta bien entrada la década de los setenta, los distintos grupos locales participantes, organizados fundamentalmente en los bloques de Lampa, Lipangue y Lo Vargas, organizaban su posición en la comitiva según orden de llegada al punto de partida, arribando aperados en sus carretas con yunta de bueyes el día anterior (sábado). En esos tiempos los caminos eran en su totalidad de tierra, provocándose una polvareda de proporciones con la gran cantidad de jinetes que corrían, la cual atosigaba en sobremanera a quienes quedaban relegados más atrás. Por esto, existía una gran presión por ubicarse en la vanguardia evitando el odioso polvo. Además, los hombres que asumen puestos de avanzada cuentan con mayor prestigio, al estar cercanos al Santísimo e ir guiando a la tropa. Con los años esta situación se regularizó mediante la gestión de directivas recién conformadas, trocándose la medida del “quien llega primero” por un sistema de turnos: cada año, hasta el día de hoy, le toca correr en la vanguardia (portando el estandarte principal), de segundo y en la retaguardia a uno de los tres grupos. Existía también un grupo que siempre corría detrás del bloque de rezadores (cuasimodistas que van vociferando gritos o rezos que son respondidos por la multitud) compuesto solamente por damas. Este grupo, como todos, estaba a cargo de un líder que velaba por su normal desenvolvimiento en la corrida. Don César, como buen joven punzante, a menudo molestaba a este líder, don Ramón Rodríguez, preguntándole: “¿cuándo me va a sacar a dar un paseo con las chiquillas?”. El destino luego le jugó una pasada. Don Ramón murió y la directiva dispuso que César fuera el nuevo jefe del grupo de damas, cargo que ostentó durante diez años. Después de esto, Don César asumió el cargo de guía general (ver antecedentes de la especialidad) de manos de don Manuel Luco, quien no pudo seguir con sus deberes debido a una enfermedad. El grupo de mujeres corre en sus caballos con gran cohesión hasta hoy, demostrando la importante influencia del género en Cuasimodo Lampa.

Durante la década de los noventa este Cuasimodo hizo algunos avances hacia una mayor prolijidad y consolidación en sus aspectos religiosos. Clave en esto fue el liderazgo del Padre Julio, párroco a cargo durante 20 dedicados años cesando sus funciones el 2011. En un inicio, intentando embellecer aún más el recorrido en sus aspectos campestres, el sacerdote impulsaba la idea de que la caravana transitara por ciertas zonas de Lipangue, sectores lindos en naturaleza, residenciales parcelados, donde la gente no demostraba gran interés por Cuasimodo escaseando las Comuniones entregadas y la participación en general. Esta situación, entre otras, hizo ver la necesidad de educar a la población en general de la importancia de recibir la Comunión, como también fijar la atención de las agrupaciones cuasimodistas locales en el objetivo principal de esta festividad, lográndose una sana competencia entre los grupos de las distintas localidades que participan centralizados en Lampa por lograr el mayor número posible de Comuniones y ajustar el recorrido cuasimodista según las necesidades religiosas de la población. También se avanzó en el respeto a ciertos símbolos cuasimodistas ligados a la disciplina de sus integrantes. Se nos ha narrado que antes, al finalizar la celebración, varios cuasimodistas acudían directamente a restaurantes y bares en sus caballos, vistiendo las esclavinas y portando sus banderas y otros artilugios. Luego de beber se retiraban a sus casas, algunos en deplorable estado con sus investiduras presentándose un panorama bastante vergonzoso hacia la reputación de Cuasimodo. Hoy, por el contrario, todo cuasimodista tiene muy claro que una vez terminada la festividad se convierte en un huaso más y, por lo tanto, debe guardar bien todos sus materiales asociados a la fiesta antes de realizar otras actividades.

Otro aporte importante en la gestión parroquial del Padre Julio fue la fundación de capillas, sumándose seis a las seis ya existentes, con lo cual Cuasimodo solidificó su red de influencia en doce puntos. Si bien el recorrido seguiría siendo similar, cada capilla es un lugar importante donde la caravana se detiene, se realiza una bendición y se congrega gente para recibir la Comunión.

Cuasimodo en Lampa siempre estuvo compuesto exclusivamente por jinetes. Sólo hace tres años se admitió la presencia de carretones, los cuales no se consideraban principalmente por el peligro que representa su uso, por ejemplo, involucrados en choques o atropellos. De la misma forma, recientemente, se aceptó la participación de ciclistas validándose una forma bastante común de trasladarse actualmente en la comuna. Los tres grupos que históricamente se constituyeron fueron Lampa, Lo Vargas y Lipangue, existiendo corredores de otras pequeñas localidades que corrían dispersos (las cuales hemos mencionado más atrás). Hace cinco años aproximadamente se constituyó como comunidad y corre en grupo, dentro de este gran Cuasimodo, la gente de Estación Colina.


Antecedentes de la especialidad o práctica:

Cuasimodo en Lampa tiene como principal objetivo acompañar al sacerdote local en la entrega de la Comunión a feligreses postrados que no pudieron comulgar durante Semana Santa. De esta forma, el domingo siguiente a Pascua de Resurrección se organiza una gran comitiva compuesta por jinetes, ciclistas y carretones tirados por caballos que recorre gran parte de la comuna. El recorrido cuasimodista se realiza desde la parroquia de Lampa, ubicada en la zona céntrica de esta localidad, hacia Estación Colina, una zona más rural de la comuna. Año a año, la dirección del recorrido se invierte, comenzándose en el punto final del año anterior. Sin embargo, el punto principal e histórico desde donde se organiza la festividad es la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Lampa ubicada en el centro de la comuna. En el recorrido se hacen detenciones en 12 capillas existentes que corresponden a la parroquia. En cada parada se realizan bendiciones, se entregan Comuniones y se descansa, pero Estación Colina, Lo Vargas y Lampa son las paradas principales, organizándose misas y refrigerios. El total del recorrido suma aproximadamente 10 horas, lo cual varía según el número de enfermos visitado. En 2013 se visitó a más de 80 personas, incluyéndose un hogar de ancianos en Lo Vargas.

Las personas postradas que recibirán la Comunión deben estar previamente inscritas y recibir una preparación espiritual por parte del cura (confesión incluida). En el caso que un feligrés sin inscribir pida igualmente la Comunión al paso, ésta se le otorga sólo cuando su estado de salud es deplorable. En el caso contrario sólo se le concede una bendición. La inscripción sirve también para diseñar el recorrido. Por su parte, como siempre fue tradición, los hogares que han solicitado la Comunión montan un altar en sus afueras para señalar que son parte de Cuasimodo y advertir a la comitiva de la detención. Sin embargo en los últimos años varios hogares que no son parte del recorrido han estructurado altares prestándose para la confusión, hecho que para el próximo año será solucionado otorgando distintivos especiales a los altares de enfermos.

Dentro de los roles de la corrida destaca el de “guía”, siendo personas de gran destreza con el caballo, amplio conocimiento de Cuasimodo y liderazgo que se desplazan por fuera de la caravana velando por la conservación del orden, haciéndose cargo de cualquier problema y llevando el ritmo de la corrida con voces de detención y avance. Se considera un guía por grupo local de Lampa, Lipangue, Lo Vargas y Estación Colina (que se sumó hace 5 años aprox.) quienes a su vez tienen una jefatura, un “guía general” que los coordina y se desplaza portando una bandera chilena en la avanzada de la comitiva. Este jefe también carga con responsabilidades en la preparación de la corrida, preocupándose que la carroza principal y los animales que la tiran estén en buenas condiciones para la ocasión. También se designa una persona que vaya adelantándose al paso de la caravana identificando y avisando la venida de Cuasimodo en las casas de los enfermos que previamente habían sido designadas.

Los grupos se disponen de la siguiente forma, de adelante hacia atrás, como fue en 2013: el guía general con una gran bandera chilena; un hombre portando una gran Cruz; un grupo que lleva el estandarte de Cuasimodo; los ciclistas (200 aprox.); los embanderados (3) con Chile, El Vaticano y España; el coche que transporta al cura (que fue donado hace unos años por una señora anónima; antes arrendaban o conseguían uno) junto a su escolta montada con estandartes; los rezadores a caballo (12); los carretones (20 aprox.); el grupo de damas; los grupos locales de Lipangue, Lo Vargas, Lampa, y Estación Colina, los cuales van turnando su orden. Los jinetes sumaron en 2013 un total aproximado de 300. Por regla no existen vehículos motorizados que sean parte de la caravana cuasimodista, sólo se cuenta con algunos que circulan cerca para prestar ayuda en el caso de una emergencia.

El rezo, tarea atribuida a los rezadores, consiste principalmente en el grito del “Santo” y en el Ave María, que se van vociferando sobretodo al momento de llegar a una capilla (en el resto de recorrido por medio del extenso campo es difícil hacerse escuchar). Hoy cuentan con un amplificador para este fin, de tal forma que la gran mayoría de los feligreses pueda responder a viva voz convenientemente.

Destaca en esta formación la presencia de una bandera española como tercer elemento acompañando la chilena y la papal, las cuales dos son parte de la usanza formal en todo Cuasimodo. Según se nos ha dicho, la “Madre Patria” esta representada en la corrida debido al origen colonial que tendría Cuasimodo, habiéndose siempre respetado su uso en Lampa. Este hecho guarda importancia vital en la discusión histórica que se tiene sobre el inicio de Cuasimodo, entre algunos que aseguran que se dio en la República (donde se tienen los primeros antecedentes históricos concluyentes), defendiendo un origen netamente “chileno”, y otros que proponen la Colonia como momento histórico inicial, lo cual introduce directamente una influencia cultural europea/española en la conformación de la festividad.

La vestimenta típica de este Cuasimodo es la de esclavina y manta huasa, la primera encima de la segunda. Todos los corredores respetan esta disposición, la cual identifica la corrida de Lampa. Los ornamentos, como es tradición, se disponen en colores, principalmente, blancos y amarillos (por el Vaticano): globos, guirnaldas, flores, etc.

Cuasimodo en Lampa se asume como una tradición de fuerte arraigo familiar. Los actuales dirigentes y corredores de mayor experiencia recibieron su formación por parte de sus padres, en el seno del hogar y las actividades cuasimodistas. Por ejemplo, Don José González tiene 53 años, corre impulsado por su padre desde los 6 y durante todo ese tiempo sólo ha dejado de correr dos veces: una por encontrarse de guardia en el Servicio Militar; la otra por una rebelde hernia que le aquejó este año. Él, como portador de este conocimiento, a su vez tiene la misión de traspasarlo a su progenie, tarea que ha realizado formando como cuasimodistas a sus hijos y nietos. Esta formación va ligada a la Iglesia, siendo un requisito para los cuasimodistas de tradición que los niños vayan cumpliendo con los Sacramentos para ser parte de la corrida. También hay ciertos roles que se van heredando como, por ejemplo, la de portar cierto tipo de bandera (papal o chilena).

Hoy y desde hace muchos años no se realiza la quema de Judas típica de los Cuasimodos de antaño. Tampoco se lleva a cabo la fiesta huasa que antes se realizaba, fundamentalmente, entre otros motivos, por ciertos conflictos que se provocaban en torno a la recaudación que ésta producía, los cuales venían a empañar el espíritu conciliador de una fiesta religiosa.

El crecimiento de la comuna ha traído considerables cambios en el contexto en que se corre Cuasimodo. Por ejemplo, varios caminos de tierra solitarios del pasado hoy se han convertido en carreteras donde cientos de vehículos transitan a gran velocidad. Sería necesario cortar muchas vías de tránsito elevado y durante muchas horas para poder hacer el recorrido ideal, lo cual ya no es posible. En este sentido, para sus dirigentes, Cuasimodo es una tradición que en Lampa debe conservarse con mucho ahínco y respeto. La importancia de esto radica en el origen de esta expresión cultural, la cual viene a representar la esencia de la comuna como una de tipo rural. Hoy, aproximadamente el 30% de Lampa adscribe a la ruralidad (2013), porcentaje que alguna vez en el pasado fue de un 100% y que sigue reduciéndose velozmente por la construcción de nuevos complejos habitacionales, servicios y comercio. Por esto, ante el constante crecimiento de lo urbano, Cuasimodo persiste como un legado cultural del campesino/huaso chileno de la zona central.

Se nos ha señalado que la organización en general se simplifica bastante al estar sus miembros principales estrechamente ligados. Se trata de familias de gran tradición cuasimodista, herederos de los fundadores de la Asociación local, quienes se coordinan de buena manera. Estas personas cumplen roles durante todo el año, por ejemplo, preocupándose de la mantención de algunos animales para la corrida, del coche, etc. Fundamental es la relación de la agrupación cuasimodista con la parroquia local, la cual se ha consolidado de manera positiva con los años. Todos los párrocos hasta el día de hoy, incluyendo uno alemán que poco español hablaba, han apoyado activamente la festividad. La municipalidad también siempre ha sido una institución que apoya y está pendiente del buen desarrollo de Cuasimodo, abiertos a cooperar con agilidad en lo que las directivas estimen necesario. Por su parte, Carabineros y ambulancias apoyan con muy buena disposición.

El sistema de organización interna por grupos (cada localidad se organiza individualmente para luego acoplarse todas el día de la corrida) funciona bastante bien, teniendo cada uno claras sus funciones. Hoy, el desafío para los dirigentes es formar de buena manera a niños y jóvenes para que en el futuro tomen la batuta de los mayores. Esta tarea, principalmente, es responsabilidad de cada familia, un proceso de enseñanza en el hogar y transmisión de habilidades durante la corrida. Se nos ha subrayado que ser cuasimodista no es una responsabilidad individual, sino que de haber un corredor en la familia todo el núcleo se involucra de inmediato o paulatinamente ayudándole en los preparativos, acompañándole, etc.

Cuasimodo Lampa organiza anualmente un segundo Cuasimodo, un “Cuasimodo chico”, que tiene lugar el segundo domingo de septiembre. Antes se hacía en Corpus Christi (60 días después del domingo de Resurrección), pero se cambió por el clima lluvioso invernal que solía complicar a la caravana. En esa ocasión la comitiva visita algunas pequeñas localidades lejanas que no es capaz de acaparar por tiempo en Cuasimodo principal, aprovechando también el sacerdote de bendecir los campos que se encuentran en el inicio del periodo de siembra. Hace poco se integró a esta festividad la ciudad satélite de Larapinta (contexto urbano), quienes no tienen capilla pero montaron una misa de campaña para la ocasión.


Bibliografía

- Gobernación Provincial de Chacabuco. “Geografía”. 2013.
http://www.gobernacionchacabuco.gov.cl/geografia.html Visitado el 30 de agosto de 2013.

- Prado, Juan Guillermo. 2012. “Cuasimodo. Carga de caballería a lo divino”. Valparaíso, Ed. Alba.

  • Identificador SIGPA: CC831
  • Fecha de registro: 04-11-2013
  • Tipo: Cultor colectivo
  • Composición: Mixto
  • Comuna: Lampa
  • Region: Metropolitana de Santiago
Ubicacion