La experiencia del Centro de Adulto Mayor Payachatas de Putre, se remonta al año 1994, cuando los participantes comenzaban a organizarse para crear dicha organización funcional. Si bien, ésta colectividad se conforma en un principio con objetivos asistenciales para la población adulto mayor de la comuna de Putre, actualmente los propios socios rescatan la importancia de preservar su patrimonio cultural indígena, principalmente los rituales y actos festivos de la localidad. Es así que surge la necesidad de realizar esta contribución a través del baile, donde el colectivo se asocia y empieza a promover el Pachallampe, a través de iniciativas participas de la localidad.

Primeramente, esta organización se apoyó en la coordinación con el proyecto FONDART "Mujeres Rescatan Tradiciones y Festividades de la localidad de Putre", ejecutado en el año 1997 por la Corporación Norte Grande, intentando rescatar esta tradición y fiesta de la localidad. Posteriormente, y con motivaciones personales y colectivas de fomentar la cultura aymara, la organización lleva a cabo a nivel local durante 3 años consecutivos talleres en el Liceo Técnico Profesional Granaderos de Putre, enseñando a niños y jóvenes esta danza y sus significados para la cultura aymara.

Así también, el Club de Adulto Mayores de Putre con su baile el Pachallampe ha sido presentado a nivel internacional en Perú y Bolivia, quienes fueron invitados por CONADI Y SENAMA de Arica, logrando mostrar esta manifestación a otras culturas, para intercambiar y desarrollar motivos de participación andina. Finalmente, se hace importante mencionar en cuanto a la experiencia, ésta forma parte de la cotidianidad del colectivo, al poseer ascendencia directa Aymara, por tanto los conocimientos se encuentran dados de antemano, por la herencia cultural portada.

El Pachallampe refiere a una festividad que se celebra con el objetivo de sembrar papas, rito que coincide con la celebración de los Santos Difuntos, donde a los muertos se les solicita lluvia para hacer fructificar los sembrados. La cosecha resultante tendrá por finalidad sufragar los gastos de la fiesta anual de su santo patrono, que en el caso específico de Putre corresponde a la figura de San Isidro, a quien se le rinde homenaje y carga imagen durante su procesión. En cuanto a su alcance territorial, si bien el colectivo Club Payachatas corresponde a una organización de adultos mayores habitantes de la localidad de Putre, también es posible encontrar dicha ritualidad en los pueblos de Socoroma y Pachama, territorios con marcada presencia aymara de la provincia de Parinacota. Al mismo tiempo, se hace importante mencionar que el Club de Adultos Mayores Payachatas a través del baile ha sido representado en diversas instancias, tanto a nivel nacional como internacional, donde les ha sido posible ampliar sus marcos de transmisión cultural.

Respecto a su temporalidad, el Pachallampe se celebra todos los años los primeros días de noviembre, en el caso de Putre la festividad posee una duración de 2 días, el primer día las personas encargadas salen en procesión desde la Iglesia hasta un terreno especifico o chacra, donde la fiesta cubre una gran diversidad de actividades, danzas, intercambio de comidas, bebidas, presencia de elementos religiosos católicos, entre otros. Allí existen una serie de personajes donde es primeramente el "mayordomo" quien debe sembrar la semilla en el pedazo de tierra que previamente ha sido asignado, éste es quien invita a la comunidad a que le ayude a sembrar, ante lo cual retribuye con bebidas y comidas el trabajo realizado por ese día en particular. De la iglesia llevan imágenes en procesión a los terrenos de la siembra ubicándolos en pequeños altares y en el momento en que la faena se inicia hace su aparición "el patrón", personaje con apariencia de español y que viene a caballo. Respecto a la siembra son las mujeres las únicas que pueden realizar esta labor, el hombre hace el surco y las mujeres depositan las semillas. Mientras se trabaja, los participantes bailan, cantan, beben y comen, se brinda en honor al santo patrono, a la siembra, a los presentes, los cerros y la pachamama. Entrada la noche regresan al pueblo a dejar las imágenes a la iglesia y continúan sus cantos y bailes en casa del mayordomo.

En cuanto al segundo día de fiesta, ésta es denominada por los abuelos como "La Boda", en donde se realizan ceremonias de matrimonios ficticios, una especie de parodia del matrimonio contraído por la iglesia católica. Las mujeres portan en sus espaldas una muñeca que sostienen con el aguayo, representando la fertilidad y la vida que engloba el significado del festejo.

Por lo tanto, el Pachallampe desde su perspectiva ritual posee un profundo contenido simbólico y emocional, es mucho más que una teatralización, sino que es la persistencia por resaltar el valor de la tierra, el trabajo comunitario, los principios de retribución, reciprocidad, los roles del hombre y el de la mujer, lo que expresa y refuerza una identidad que hoy en día se encuentra debilitada producto de la influencia del mundo occidental.

Sin embargo, son éstas prácticas rituales las que otorgan la posibilidad a los sujetos habitantes de Putre (especialmente la población adulto mayor) de reafirmar simbólicamente una cultura e identidad indígena, lo que sugiere la existencia de una vitalidad propia del mundo andino que sigue viva gracias a los adultos mayores del Club Payachatas, quienes pese a las dificultades biológicas han persistido en llevar a cabo esta práctica tradicional, rescatando esta experiencia y potencialidad.