Cuasimodo Cristo Evangelizador y Solidario, Cerro Navia
Cerro Navia, Metropolitana de Santiago

Antecedentes biográficos:

El Cuasimodo Cristo Evangelizador y Solidario de Cerro Navia se inició el año 2010 bajo la batuta del recientemente llegado Padre Héctor Bascuñan Guerrero, siendo una organización donde decantan factores históricos de más larga data, los cuales precipitan su conformación.

Centrándonos en su origen parroquial, debemos mencionar que el Padre Bascuñán provenía de la parroquia de Isla de Maipo, lugar que cuenta con una larga tradición cuasimodista rural desde 1932. Su vasta experiencia en esta festividad repercutió en la instauración de un nuevo Cuasimodo para Cerro Navia en 2010, pero dispuesto según parámetros estrictamente religiosos debido a ciertas manifestaciones negativas que el sacerdote habría advertido en Isla de Maipo ligadas a la masificación popular/huasa de la celebración, las cuales desviaban la atención centrada en el espíritu católico del evento siendo necesario erradicarlas, según su visión. Esta perspectiva del sacerdote se habría acentuado al participar en su primer año en la comuna del Cuasimodo de Cerro Navia, preexistente a su llegada, el cual es de corte tradicional, con alta presencia de huasos y que no fue bien evaluado por el párroco. Los principales problemas que ocurren, según esta mirada, en Cuasimodos integrados de manera más abierta y con influencia huasa tienen que ver con la ingesta de alcohol, la poca identificación con la Iglesia, las fanfarronerías ligadas a las habilidades ecuestres y el peligro de accidentes, entre otros factores. Es así como se conforma un nuevo Cuasimodo cerronavino con fuerte arraigo en la parroquia local (que sólo constituye un barrio de la comuna), identificándose ante todo como un grupo de católicos parroquianos para lograr un control estricto de los participantes en la caravana y así evitar todo tipo de desórdenes y/o tergiversación del motivo religioso principal de la fiesta.

En su año de inicio, se realizó un Cuasimodo a manera de caminata casi exclusivamente, trasladándose el grupo a pie por numerosas cuadras entregando la Comunión, lo cual provocó algunos problemas prácticos, sobretodo para aquellos ancianos que participaron y no estaban en condiciones de desplazarse con mucha facilidad. Este tipo de Cuasimodo que prescinde de vehículos y animales para el traslado tiene referencias en la historia, ya que se realizaba intensamente en el siglo XIX en la zona céntrica de Santiago (urbana) desde varias parroquias, siendo la contraparte de las “corridas a Cristo” campesinas que se realizaban en zonas rurales periféricas a caballo y en carros. Entrado el siglo XX se impuso la forma rural de vivir el Cuasimodo (extendiéndose hacia lo urbano), mientras los grupos a pie prácticamente desaparecieron (Prado, 2012).

Hace dos años asume como uno de los principales organizadores don Luis Hernández, laico que también cuenta con bastante experiencia cuasimodista, de alrededor de 15 años, habiendo fundado en conjunto con don Osvaldo Tirado un Cuasimodo en Quinta Normal que se organiza utilizando diversos vehículos (ver SIGPA Osvaldo Tirado). Desde su anexo al grupo cerronavino y en convención con los demás organizadores, se decide desde el 2011 hacer el recorrido en bicicletas, automóviles y camionetas, con el objetivo principal de que todos los cuasimodistas puedan desplazarse sin problemas. Ese mismo año destacó la presencia en la corrida del Vicario, el Padre Galo, organizándose un recibimiento especial en la capilla Maximiliano Kolbe, con abundante jugo y manzanas. En la ocasión, el Vicario bendijo esclavinas y pañoletas reunidas en sacos. Cuasimodo tomaba forma.


Antecedentes de la especialidad o práctica:

El Cuasimodo de la parroquia Cristo Redentor y Solidario tiene como objetivo entregar la Comunión a feligreses que por su condición postrada de enfermos y/o ancianos no pudieron comulgar en Semana Santa, residentes en el barrio de la comuna que pertenece a su distrito parroquial, durante el domingo posterior a Pascua de Resurrección. De esta forma se organiza un grupo ligado a la parroquia que escolta al párroco para llevar a cabo este objetivo, transmitiendo la alegría de Cristo Resucitado a los postrados y al resto de la comunidad.

La caravana es pequeña hasta el momento, pero ha crecido desde su inicio. El año 2012 participaron alrededor de 10 bicicletas, 3 automóviles y una camioneta, mientras el 2013 se registraron 20 bicicletas, 2 camionetas, 3 automóviles y una moto, sumando un total aproximado de 60 personas. En ambas ocasiones el párroco se trasladó en la camioneta con su escolta más cercana. No se permiten jinetes ni carretones por considerarse elementos más ligados a la cultura huasa, externos a la parroquia urbana, alejados del espíritu religioso de la instancia y provocadores de diversos desórdenes que tergiversan la misma, como la ingesta de alcohol. Esto se diferencia claramente del otro Cuasimodo existente en la comuna, el cual es masivo, más antiguo e incorpora preponderantemente a corredores tradicionales. Sin embargo, esta condición cerrada a la presencia del “huaserío” no se advierte necesariamente como inquebrantable, dependiendo de la apertura que la parroquia pudiera realizar asumiendo ciertos resguardos en la corrida, ya que existen vecinos jinetes de la comuna o con acceso a carretones que podrían eventualmente incluirse en el futuro.

Dentro de la caravana, es importante el rol del “guía”, que en este caso corresponde a un ciclista (don Luis Hernández) quien toma la posición de punta. Él debe tener un conocimiento acabado de las calles que se recorren, las casas de los enfermos que se visitarán y, en general, las paradas que se realizarán, para así conducir al grupo. Este año, el ciclista fue apoyado por un motorista. Don Luis tiene bastante experiencia en este rol, ya que siempre lo ha realizado tanto en Cerro Navia como en sus tiempos de cuasimodista en Quinta Normal (ver antecedentes biográficos).También en la punta va desplazándose un ciclista portador de una gran Cruz. Luego, la responsabilidad de portar las banderas chilenas y del Vaticano (requisito de toda corrida cuasimodista) también recae en ciclistas que van pedaleando un poco más atrás y en una camioneta (una bandera de cada nación por las ventanas). Otro papel importante es el del campanillero, quien va haciendo sonar sus campanillas con mucha dedicación para llamar la atención de la gente. Durante la corrida algunos cuasimodistas se organizan como coro y van entonando canciones religiosas y el himno de Cuasimodo; además, los participantes van gritando frases como: ¡Viva el párroco! ¡Viva el cuasimodista! ¡Viva la parroquia Cristo Evangelizador y Solidario! ¡Vivan los enfermos! ¡Vivan los jóvenes! No existen actividades folclóricas de ningún tipo.

La ornamentación de los vehículos consiste en guirnaldas, globos, serpentinas, flores y otros adornos donde predominan los colores blanco y amarillo. Por su parte, las bicicletas, utilizando estos mismos colores y tipos de adorno también se ornamentan con gran dedicación. Los hogares de las personas que recibirán la Comunión disponen en la vereda justo delante de ellos un altar decorado con imágenes religiosas, flores, guirnaldas, globos (todo preponderando en blanco/amarillo) para hacer notar a la caravana que ahí debe detenerse. Estos altares simplifican bastante la tarea del “guía”.

Los actuales cuasimodistas, descontando al Padre y a Don Luis Hernández (ver antecedentes biográficos) tienen escasa experiencia en la festividad. Sólo unos pocos participaron alguna vez en el Cuasimodo de Cerro Navia tradicional, organizado en barrios correspondientes a otra parroquia de la comuna, mientras la mayoría ha debutado hace un, dos o tres años con la presente organización.

Hasta el momento, este Cuasimodo ha unido con su recorrido a cuatro capillas del barrio, existiendo otras dos que no demuestran interés por la festividad. Utilizando recursos de la parroquia para comprar telas y gracias a la mano de obra de mujeres del grupo, han confeccionado esclavinas y pañuelos para los participantes. Las primeras presentan los colores oficiales blanco y amarillo derivados del Vaticano, mientras los segundos son de variados colores y figuras emulando los pañuelos que antiguamente utilizaban amarrados cubriendo la cabeza los cuasimodistas, al menos masivamente, antes de la década de los años setenta (a mediados de esa década se formaliza la utilización de pañoletas blancas/amarillas desde la conformación de la Asociación Nacional, en desmedro de los anteriores que correspondían a pañuelos de uso común, presentando telas de múltiples colores). El pañuelo multicolor anteriormente había reemplazado el uso del sombrero huaso debido a que este último no demostraba respeto por el Santísimo y a la necesidad de cubrir la cabeza del sol y la polvareda. De tal forma, este grupo, como pocos, conserva aquella tradición perteneciente a los cuasimodistas del pasado.

La caravana comenzó el 2013 su recorrido desde la capilla San Francisco Javier, ubicada en Salvador Gutiérrez con Dr. Avendaño, desplazándose por distintas calles del barrio en un marco de aproximadamente cinco por ocho cuadras. Los enfermos visitados corresponden a los que frecuentan durante el año, semanalmente, los ministros de Comunión de la parroquia. Cada cierta distancia se detienen en capillas de la parroquia (4), existiendo una que rotativamente asume el rol principal, donde se inician las actividades con una misa (a las 8 am), terminándose en ese lugar con un recibimiento que incluye alimentos y bebestibles. Este año, en la misa de San Francisco Javier, el Padre Bascuñán bendijo una por una cada esclavina y pañoleta, profundizando la labor anterior del Vicario (ver antecedentes biográficos). En total, sumando los postrados previamente inscritos por los ministros de Comunión y algunos ancianos que improvisadamente pidieron al párroco en el camino recibir la Hostia consagrada, se repartieron alrededor de 40 Comuniones. En el término este año se recibió a la comitiva con empanadas y jugos que fueron consumidos durante el merecido descanso.

Como es costumbre, Cuasimodo es una instancia familiar, donde confluyen distintas generaciones desde niños a ancianos para un fin común. Este último año se han integrado también varios jóvenes, provenientes de un grupo parroquial que han engrosado las filas y sobre todo han abierto expectativas para el crecimiento a futuro del grupo.

La organización no cuenta con personalidad jurídica, ya que se trata de un grupo parroquial, que funciona netamente bajo el alero de la parroquia utilizando una directiva para sus fines específicos. De esta manera, los participantes de Cuasimodo deben adscribir a la fe católica y participar de las actividades parroquiales locales. Se juntan una vez al mes en dependencias parroquiales y, al ser una organización novel (sólo tiene 3 años), están en un proceso de consolidación como tal, la cual pretende, entre otros cosas, lograr una participación más numerosa y fluida de sus componentes durante todo el año, incluyendo la instauración de su presencia en eventos anexos en que participan masivamente los cuasimodistas (procesión al Templo de Maipú, a Teresa de los Andes, a Pelequén, entre otros). En este camino, se han ligado a la Asociación Nacional de Cuasimodistas de Chile. Se destaca también la figura del párroco, don Héctor Bascuñán, quien además de ser el fundador de este Cuasimodo, es un importante guía para sus participantes impartiendo conocimientos desde su vasta experiencia en Cuasimodo (antes de llegar a Cerro Navia corrió por muchos años en Isla de Maipo). Don Luis Hernández también asume un rol importante como cabeza del grupo en las reuniones, aplicando su experiencia anterior (ver antecedentes biográficos). La organización no mantiene relaciones con la municipalidad, costeando y organizando la festividad de manera autónoma bajo el alero de la parroquia.

Las perspectivas a futuro son optimistas y se estima que el grupo debiera crecer mantenidamente con los años para, al menos, alcanzar la meta de 60 ciclistas. Según la opinión de don Luis, el único factor que podría jugar ostensiblemente en contra de la existencia de este Cuasimodo sería el hecho de que el actual párroco fuera reemplazado por un sacerdote que se negara a participar como parroquia en la festividad (como ha pasado en varias ocasiones en otras comunas). En ese caso, la corrida se complica demasiado, ya que la comitiva basa su recorrido en los enfermos que están inscritos en la parroquia para recibir la Hostia.


Bibliografía

- Prado, Juan Guillermo. 2012. “Cuasimodo. Carga de caballería a lo divino”. Valparaíso, Ed. Alba.

  • Identificador SIGPA: CC739
  • Fecha de registro: 26-10-2013
  • Tipo: Cultor colectivo
  • Composición: Mixto
  • Comuna: Cerro Navia
  • Region: Metropolitana de Santiago
Ubicacion
Fotografías