Cuasimodo de Talagante
Talagante, Metropolitana de Santiago

Cuasimodo en Talagante es uno de los más antiguos de la Región, conformándose hasta el día de hoy como uno de los más importantes en cuanto a tradición y masividad de la zona poniente y en todo Chile. Su fundación data de 1864 en torno a la parroquia Inmaculada Concepción (fundada en 1824).

Se trata de un Cuasimodo de origen rural, que posó sus raíces desde el control terrateniente de las vastas y fértiles tierras agrícolas de la zona. Siempre se caracterizó, en el siglo XIX por tener una amplia participación de los trabajadores de los distintos fundos que utilizando recursos de sus patrones recorrían extensos caminos pasando por caseríos y localidades de los alrededores como Peñaflor, Calera de Tango, Lonquén e Isla de Maipo.

A mediados del siglo XX la realización de Cuasimodo recaía en importantes familias: los Ochagavía (que de no correr cooperaban con sus caballos), los Undurraga y los Brancoli (dueños de panadería “La Espiga de Oro”), entre otras. Como vemos, se trataba de un núcleo organizativo compuesto por personas acomodadas de la zona, ya sea latifundistas (dueños prácticamente de todo el área rural colindante al pueblo) o comerciantes que se habían instalado con negocios en lo urbano. Ellos hacían posible la corrisa al hacer importantes aportes en animales, el coche de paseo, alimentación y cubrir otros gastos asociados. Al depender en demasía la realización del evento de estas familias, la organización era algo débil y poco participativa.Por esto, se decidió conformar una directiva.

A principios de los años 50, don Alfonso Henríquez Hernández asume la presidencia de la recién nacida directiva (cargo que ostentaría durante 60 años) en compañía de Julio Valdés (vicepresidente) y Antonio Yupangue (tesorero). Con este proceso la corrida talagantina comenzó una mayor aproximación con la comunidad local. Se crearon distintos grupos con un director cada uno, donde resaltaban los dos grandes grupos de caballería (300 caballos aproximadamente). Luego, después del año 55 se unieron grupos de ciclistas en un contexto en que el uso del caballo ya no era tan masivo como antaño. La participación de ciclistas fue tomando mayor fuerza con los años paralelo a la baja que sostenidamente fue creando la industrialización del mundo agrícola en Talagante, donde el caballo era reemplazado por colosos, tractores y otros vehículos motorizados.

Con el pasar de las décadas, Cuasimodo pasó a ser parte del patrimonio comunitario fundándose en el cariño y respeto de los vecinos de Talagante, quienes de manera transversal participan directa y/o indirectamente de la corrida.

Un hito muy importante en la historia reciente de Cuasimodo Talagante fue la declaración que se hizo de su coche de paseo (donde se traslada el sacerdote) como Monumento Histórico por parte del Consejo de Monumentos Nacionales el 2006; esto en el marco de un reconocimiento de 6 objetos cuasimodistas de la RM, lo cual vino a valorizar el patrimonio material e histórico de la festividad a nivel nacional. En el caso del coche, se trata de uno francés fabricado en 1885, con capacidad para 10 personas, color verde oscuro con ruedas amarillas. Las medidas de este orgullo talagantino utilizado en la corrida desde 1965 son, aproximadamente, 4m de largo, 2m de ancho y 1,7m de altura (Prado, 2012: 103-104).

Antecedentes de la especialidad o práctica:

Cuasimodo en Talagante tiene como principal objetivo acompañar al sacerdote local en la entrega de la Comunión durante a feligreses postrados que no pudieron comulgar en Semana Santa. Se organiza en grupos de jinetes y ciclistas, estando prohibido correr en otros vehículos. Desde hace varias décadas se han consolidado dos grupos caballería y cuatro de ciclistas que cuentan con un director cada uno que coordina con la dirigencia central todos los aspectos de la corrida. Cada grupo sesiona por su parte para luego tener reuniones con la organización central, una vez a la semana, lo que hace muy activa la participación.

Dentro de los roles de la corrida destaca el de los jefes de grupo, siendo personas de gran destreza con el caballo, amplio conocimiento de Cuasimodo y liderazgo que se desplazan por fuera de la caravana velando por la conservación del orden, haciéndose cargo de cualquier problema y llevando el ritmo de la corrida con voces de detención y avance. Este jefe también carga con responsabilidades en la preparación de la corrida, preocupándose que la carroza principal y los animales que la tiran estén en buenas condiciones para la ocasión. También se designa una persona que vaya adelantándose al paso de la caravana identificando y avisando la venida de Cuasimodo en las casas de los enfermos que previamente habían sido designadas.

Los grupos se disponen de la siguiente forma, de adelante hacia atrás, como fue en 2013: un guía general con una gran bandera chilena; un hombre portando una gran Cruz; un grupo que lleva el estandarte de Cuasimodo; los ciclistas (200 aprox.); los embanderados (3) con Chile y El Vaticano; el coche que transporta al cura junto a su escolta con estandartes; los rezadores (12); los jinetes.

El vestuario es uniformado, lo cual es único en la RM para Cuasimodo. Tanto damas como varones asisten con pantalón negra y camisa/blusa blanca. Cuentan también con un polar blanco para taparse los días de frío y ocupan pañoleta amarilla. Esta uniformidad les hace muy fácil identificarse como grupo en grandes ocasiones como la visita al Templo Votivo donde participan masivamente.

Esta festividad tiene un fuerte arraigo en la comunidad. La fiesta se hace autosustentable en la medida que muchísimos vecinos (algunos de los cuales no participan como corredores) hacen sus aportes según su rubro o actividad. Dueños de panadería aportan panes para la alimentación; distribuidores de gas gases para cocinar; bencineras combustible para vehículos, etc. Un ejemplo que grafica la participación a todo nivel es también el recibimiento que hacen los bomberos a la caravana en la plaza, quienes con sus mangueras hacen enormes curvas de agua hacia el cielo por entre las cuales pasan los cuasimodistas. La familia también participa transversalmente y es fuente de socialización desde los mayores a los jóvenes.

La organización talagantina á través de los años ha respetado con profundidad el espíritu religioso/católico que funda la festividad, pero a la vez valora con gran fuerza el sentido popular y folclórico que esta instancia conserva como expresión religiosa del pueblo chileno. La unión de estos tres ejes (religión católica/lo popular/lo folclórico) con sus características culturales, simbólicas, históricas, prácticas, es lo que da vida a la especificidad de Cuasimodo hecho que ellos han defendido, por ejemplo, ante posiciones reacias que pudieron tener ciertos sacerdotes en el pasado con la participación popular/folclórica masiva. Cuasimodo en Talagante como institución trabaja con la Iglesia en una unión armoniosa y constructiva, pero no es una rama de la parroquia expuesta a ser sometida a cambios estructurales arbitrarios.

Cuentan con un coche de paseo reconocido como patrimonio de la nación. No obstante este reconocimiento, hasta el momento la organización no ha recibido apoyo para la conservación del coche, lo cual puede explicarse por su ausencia hasta el momento en la postulación a fondos públicos pertinentes que exigen personalidad jurídica al postulante, trámite de formalización legal que no han podido concretizar, en parte, por tratarse de una organización con arraigo espiritual, comunitaria, que se encuentra evaluando su compatibilidad con este tipo de funcionalidad operativa.

Hoy la organización se encuentra presidida por don Antonio Díaz, ciclista que ya lleva unos 30 años corriendo. Èl recibió el desafío de mantener el nivel de esta centenaria corrida en pleno siglo XXI, hecho que le enorgullece y que se encuentra realizando como mucho afán, participando también de la Asociación Nacional.



  • Identificador SIGPA: CC881
  • Fecha de registro: 11-11-2013
  • Tipo: Cultor colectivo
  • Composición: Mixto
  • Comuna: Talagante
  • Region: Metropolitana de Santiago
Ubicacion