Ana María Contreras nació en Linares en 1959. Es artesana en crin de la localidad de Callejón Valentín. Aprendió la artesanía de su familia de origen. Lleva aproximadamente 36 años o más realizando artesanía, vende principalmente a la Fundación Artesanías de Chile.

Artesana de tradición, gracias a su mamá, María Raquel González, y su abuela, María Piedad Sepúlveda, quienes le enseñaron este oficio a la edad de siete años y que ha continuado hasta el día de hoy. Es tanto el cariño que le tiene a su oficio, que es un hábito realizarlo diariamente. Es un compañero, si no está ligada a algo que tenga relación con el crin, siente que es un día perdido, que no tiene sentido. Una de las cosas que más le motiva con respecto al oficio tiene relación con su valoración fuera de la comunidad, ya que antiguamente no había reconocimientos para las artesanas. Fue así como se animó el año 2016 a postular con un tradicional Centro de Mesa, al Sello de Excelencia que entrega el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio para dedicárselo a su madre y abuela, lo que para ella es su mayor logro. Poder recibir el premio a nombre de ellas, dándoles las gracias al ganarse este reconocimiento. Después de este reconocimiento se le han abierto muchas puertas e invitaciones, una de las cosas que le gusta mucho es que ha podido conocer varios países, la han invitado, y eso antiguamente no existía. Su mamá y abuela no tuvieron esa oportunidad, ni siquiera recibieron un diploma, a pesar de ser muy creativas, muy inventivas. Su abuelita hacía cosas utilitarias, que se ocupaban en la casa, como el cepillero, el pañuelero y la canasta para guardar la madeja de lana. Su mamá, realizó varios adornos, siendo éstos, damas inmensas, canastos con flores, sirenas y pajaritos. Ahora su nieto mayor está aprendiendo a tejer, ya sabe todo el proceso: urdir tejer y sumir. Es el único de la familia que, por ahora continua con el tejido, los otros son más chicos y espera que también continúen tejiendo crin.

Comunidad de artesanas en crin de Rari reconocidos Tesoros Humano Vivo 2010.