Empece a tejer a las 4 años con mi mamá, Blanca Flores, y de ahí no solté más los tejidos. Yo estudiaba con los tejidos, y seguía tejiendo para poder pagar mis gastos, todo con los tejidos. Así que yo le debo mucho a los tejidos. Y después de que me casé, seguí tejiendo y mi mamá me lo compraba y mi hija aprendió. Y después cuando nació mi primera nieta ella también aprendió. Me fuí a Santiago y volví hace 8 años cuando mi papá falleció, volví a mis raíces.
Artesana, conoce y realiza todos los pasos que corresponden al oficio tradicional del Tejido en Crin.