En 1998, a los 23 años, aprendió el oficio de organillero, a través de las enseñanzas de su suegro, el organillero Luis Lara. En los inicios se desempeñó en la comuna de San Bernardo, recorriendo gran parte de ella. Por lo general viaja a las ciudades de la Serena y Copiapó, cuarta región, ejerciendo la práctica del organillo. Actualmente transita por el barrio alto de la capital. Ha participado en la Semana de la Chilenidad que se realiza en el parque Padre Hurtado en la comuna de La Reina. Suele presentarse solo, sin chinchinero. El organillo que ocupa en su trabajo lo arrienda a don Manuel Lizana, organillero y fabricante.