Guillermo Almonacid nació el año 1970 en la localidad de Mañihueico en la comuna de Hualaihué, Región de Los Lagos. Su padre es carpintero de ribera, por lo cual creció, junto a sus hermanos, observandolo cómo trabajaba y navegando también lanchas veleras construidas por su padre. De tal forma, su infancia transcurrió en un estrecho vínculo con el trabajo de la madera y el mar. Mientras Guillermo y sus hermanos aprendían del quehacer de su padre, éste fue llamado por un maestro carpintero de Calbuco para que fuese a trabajar a su astillero, de modo tal que cuando llegó a dicho sector, llamó también a sus hijos para trabajar como ayudantes, teniendo Guillermo alrededor de diecisiete años para dicho momento. 

De tal forma, como ayudantes en el astillero de Calbuco, Guillermo y sus hermanos pudieron perfeccionar los conocimientos, habilidades y técnicas que ya poseían de las enseñanzas de su padre, poniéndolas ahora en práctica. Dentro de las labores que tuvo como ayudante destaca: “Primero ayudar a tener las tablas, arreglar los clavos, a calafatear, a enmasillar, ayudar a tener las cuadernas y ahí uno después fue viendo cómo se hacían las pegas fuimos aprendiendo”. Así también de a poco se les iba asignando tareas más complejas a modo de irlos “subiendo de rango”, y de la misma forma aumentaba el sueldo que le pagaban. 

Cuando Guillermo tenía alrededor de veinticinco años, falleció el maestro carpintero dueño del astillero donde trabaja, por lo cual, junto a sus hermanos, debió empezar a trabajar de manera autónoma. De tal forma se quedaron en Calbuco y comenzaron a construir embarcaciones en la zona de la orilla de playa, encargándoles cada vez embarcaciones de dimensiones mayores, hasta lanchas de dieciocho metros. Junto a sus hermanos, Guillermo construyó lanchas para diferentes zonas, desde Calbuco mismo, Chiloé y Aysén, hasta ciudades del norte donde debieron viajar como Talcahuano, Tomé, Lota, Coronel, Lebu, etc. 

Durante aquellos primeros años trabajando de forma autónoma, el acceso al recurso base para la construcción, es decir, la madera, era más sencillo, ya que se podía ir a buscar al monte y traer en lancha o incluso encargársela a una persona. De modo que Guillermo en aquel periodo, privilegó el uso de maderas como el Ciprés, Coigüe, Mañío, Ulmo y Tenío, ya que por sus características otorgaban firmeza a la embarcación. Así también es fundamental que la madera, especialmente aquella utilizada en piezas como la quilla, roda y codaste, fuese sana y estuviese en buen estado. 

En la actualidad Guillermo continúa viviendo en Calbuco y trabaja junto a seis personas más durante los periodos de alta demanda de embarcaciones, donde logran construir alrededor de tres lanchas por año. Mientras cuando pasa por momentos en que no recibe encargos, se traslada a trabajar al norte en las localidades señaladas anteriormente. En relación a la obtención de la madera, actualmente Guillermo utiliza en gran medida Eucaliptus que compra en aserraderos autorizados, con la cual se arma la cuaderna, ya que no se utilizan las formas naturales como se hacía antes. No tan solo la obtención de madera y utilización de nuevas especies ha cambiado, también elementos como la celebración de botadura de una embarcación al finalizar la construcción de esta, ya no se dan de la misma forma que en épocas anteriores, Guillermo recuerda que era: “como una minga llegaba cualquier gente con 3 o 4 yuntas de bueyes para bajar la lancha velera y ahí se hacía fiesta con baile, con guitarra y acordeón ahora se perdió eso”. Sin embargo, en la actualidad, dicha celebración es más acotada y depende de la voluntad del dueño de la embarcación si gusta realizarla. 

De esta forma, Guillermo está dedicado a la construcción de embarcaciones de cabotaje principalmente para las salmoneras, ya que la pesca de otras especies, como fue la sardina, ya no es tan demandada. En relación a la proyección del oficio de carpintero de ribera, Guillermo considera que éste continuará, tal lo evidencia con sus hijos, que luego de terminas sus estudios de educación media, los dos comenzaron a trabajar ayudándolo en la construcción de embarcaciones.

Guillermo Almonacid se encuentra activo en el oficio de carpintero de ribera, construyendo lanchas de cabotaje para las salmoneras. Trabajando en conjunto con otros maestros y sus hijos, por la zona cercana de Calbuco como también en la zona de Coronel cuando baja la demanda.