Aprende el oficio por transmisión familiar, aprendiendo de su padre Manuel Lizana y su Abuelo Héctor Lizana, las técnicas de tocar el organillo y del baile con el bombo o chinchín. A los 12 años comienza como ayudante juguetero y a los trece como organillero. Paralelamente, comienza a bailar con el chinchín. Por la misma edad comienza también su aprendizaje en la reparación de organillos, ayudando a su padre Manuel, de quien ha heredado todos sus conocimientos. Hoy, al igual que su maestro, conoce a plenitud el oficio de la reparación, reconstrucción, restauración y fabricación de organillos, teniendo a su haber la construcción de su opera prima "El Emperador", un organillo de formato 16 grande.

Ha viajado a Argentina, Alemania, Canadá, Estados Unidos de Norteamérica, México y Cuba, cumpliendo labores de organillero y chinchinero, la mayor de las veces mediante proyectos financiados por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Es socio fundador de la Corporación Cultural Organilleros de Chile.

Rol: Me considero un educador del instrumento y del oficio en sí, lo mismo con el Chin Chin. Soy músico. Soy bailarín o por la

danza que hacemos también soy acrobático por lo que hago con el entonces tenemos, tenemos ritmo danza y acrobacias en

el oficio, entonces me considero un poco acróbata con lo que con lo que hacemos con el oficio, no sí, porque si también

profesor también por lo que hacemos por la entrega y una de esas dos cosas.

Y en el año 2006 nos pusimos fabricar nuestros primeros organismos, así que ahora me puedo considerar que soy luthier.

Cuando estaba mi padre éramos ayudantes, ahora que ya no está tengo que asumir la posta, aquí están los los sucesores de

de Manuel Lizana Quezada.

Donde vamos hablamos de la Corporación Cultural de Organilleros de Chile

Premios y reconocimientos: Hemos estado en Nueva York igual tocando a los chilenos igual también unos reconocimientos bonitos que nos trajimos de

allá, siempre fue como familia no nunca fue como el solitario.

El reconocimiento era como para mi viejo fue que lo hayan reconocido, en el viaje que hicimos a Alemania, a mi papá como

luthier, o sea, maestro organero y tengo el diploma aquí.

Resguardo del oficio: Yo creo que una de las cosas más importantes para que no se pierda el oficio, creo que fortalecerlo un poco más para llevarlo a otros escenarios, la nominación como Tesoros Humanos vivos, que no quede ahí no más. Lograr un permiso único para trabajar, con el apoyo del Ministerio de las Culturas, sería lo mejor porque yo mismo, para trabajar en el parque Centenario de Vitacura, tengo que sacar un permiso y me están dando un permiso como vendedor ambulante, claro no existe un permiso como organillero, como patrimonio, como que te reconozcan, usted es un organillero. Es de tener un facilidades en cada municipalidad de Chile que nos permitan trabajar a nosotros y pagar algo pero que te reconozcan y que te den el espacio que nos merecemos, te reconozcan Otra cosa primordial que ahora cualquiera se echa un bombo a la espalda y dice soy un chinchinero pero el verdadero chinchinero viene acompañado con el organillo. Y hemos tenido que luchar contra ellos, porque en realidad nosotros tenemos un estándar de precios a lo mejor para poder hacer un evento y ellos ni siquiera llegan a la mitad, entonces todo ese proceso que no muchos reconocen, esas cosas nos han molestado tremendamente, que no nos pasen a llevar porque gracias a nosotros nuestra familia de los que estamos levantando esto están obteniendo algo ellos. Podría haber una suerte de protección de que no cualquiera ejerce el oficio sin tener, una autorización, una pertenencia a que tenga que ver con la protección efectivamente claro, imagínate que ahora se han ganado algunos proyectos para hacer organillos, tienen estas personas organillo que han ganado a través del ministerio de cultura, y ahí están guardados, en cambio personas que han trabajado siempre en el oficio que saben cómo golpear las puertas no tienen ese apoyo.