Llevo como 30 años en el oficio, lo comencé a aprender por mi hermano, Patricio Toledo Riquelme, conocido como el Pepa, él fue mi maestro y fue el que me transmitió todo esto del oficio de chinchinero, desde los 3 años y medio acompañaba a mi hermano apenas pude caminar bien mi hermano me puso una caja de cartón y ahí peluseábamos entre medio de la gente, después fue haciendo un bombito y así fuimos creciendo y mi hermano después le agregaba platillos, a los 5 años ya tuve un bombito que sonaba bien, con ropita y de ahí nos quedó gustando y de ahí no paramos hasta el día de hoy.
El chinchin es un instrumento de percusión, consiste en que el bombo suena, caja más un jaija que va montado sobre el bombo que se utiliza en la espalda, el jaija se utiliza a través del pie, con las manos puedes tocar el bombo y la caja, con esos tres sonidos uno complementa la melodía del vals, foxtrot, cueca y variados tipos de ritmos que han ido evolucionando y con el ritmo que uno ejerce con el cuerpo sale a bailar.
El organillo es un instrumento que se ha relacionado con el chinchinero en lo antiguo, hasta el día de hoy se complementa con el organillo a través del compás del organillo. En mi trayectoria he recorrido de norte a sur casi todo, vendimias, festivales, centro de cada ciudad, he tocado en el Caupolicán con Joe Vasconcelos, amigo cercano. Mi vida ha estado ligada sólo al chinchin, a pesar de que mi padre fue organillero, pero no tuvimos la oportunidad de niños criarnos con un organillo.