Aprendió el oficio de organillero en 1974 a los 18 años, por medio de su vecino Sergio Marín, a quien le ayudaba como juguetero cuando salían al barrio Independencia y a Renca. En octubre del mismo año arrendó un organillo a Efraín Chavéz. A partir de este momento comienza a trabajar en solitario.

Aproximadamente en 1979 comienza a trabajar con los hermanos Sepúlveda como chinchineros, recorriendo las comunas de Santiago. En la década de los 80 volvió a trabajar solo, para luego incorporar a su hijo José Luis Lara, quien lo acompañaba como juguetero. En 1989 viajó a participar como invitado al festival de la Patagonia, junto con Raúl Rioseco y su hijo, ambos como chinchineros. Desde el 1990 trabaja en la región Metropolitana en las comunas del barrio alto, también en San Bernardo, El Bosque, entre otras.

El 2004 y 2005 viajó a Alemania como invitado del festival de organillos que se realiza cada tres años. El primer año fue con Manuel Lizana, y al año siguiente junto a Héctor Lizana, Manuel Lizana y Luis Lara. El 2007 viajó a México en una delegación para intercambiar experiencias con los organilleros de mexicanos.

Actualmente, como trabajo estable, ejerce su oficio en el parque Intercomunal de La Reina, con un organillo que arrienda a Omar Chavéz. Los dos organillos de su propiedad los arrienda a Luis Lara y Samuel González.