Julia Rebeca Cuellar Contreras
Alfarera
La Serena, Coquimbo

Julia Cuéllar Contreras, es hija de Clara Contreras, una destacada artesana de greda que llegó desde El Brillador hasta la Compañía de La Serena donde aprendió la tradición alfarera, oficio que la acompañó hasta 1971, año de su muerte. Ella dejó el legado del oficio de alfarera a sus hijas.

Julia ha cultivado desde la niñez el oficio de modelar la arcilla para construir utensilios domésticos y crear ingenuas representaciones de nuestra fauna asnal, caballar, vacuna, etc. Para la fabricación de sus piezas, Julia describe los siguientes pasos:

Primero, salgo a buscar la greda a los pies de los cerros del sector, que se extrae con picota y pala para luego llevarla en sacos a mi casa donde hay que sacarle las piedras, posteriormente molerla con una piedra grande en forma de riñón, luego tengo que depositar en unos estanques pequeños donde se dejan con agua hasta que el agua se haya evaporado, no toda por cierto. En ese lapso de tiempo tengo que buscar tuturaco (la flor de la totora) que después que la greda está en su punto se mezcla con tuturaco, que sirve para la elasticidad y firmeza de la greda.

Segundo, es la fabricación de las piezas de greda a mano, la técnica que mis antepasados heredaron, la cual consiste básicamente en tomar un trozo de greda macizo y levantar o formar una pieza amorfa o zoomorfa. Luego de fabricar, se espera a que esté lo suficientemente oreada como para tomarla en las manos y afinar detalles para luego pintarlas y pulirlas con tacto y bordes o canto, después de ese proceso de alisar las creaciones, por cierto únicas, ya que ninguna es idéntica a otra.

Tercero, la búsqueda de la leña, que antiguamente era lormata (cactus seco) se buscaba por los cerros del sector y se trasladaba a lomo de burro, pero hoy se quema con otro tipo de leña, ya que la lormata se escaceó por el mal uso del recurso debiendo hoy quemar las cerámicas con leña de otros árboles (pino, eucaliptus, etc.). El proceso de cocción de la cerámica consiste en hacer un horno rústico, por cierto, hecho sólo de barro y trozos de greda o ladrillos quemados, colocados en forma de un cono ascedente abierto, en donde se depositan las cerámicas y se cubren con leña hasta que queden al rojo vivo. En algunas piezas se requiere sacarlas del horno vivo para luego introducirlas en guano seco o en otro caso hacerlo con aserrín.

Cuarto, consiste en la limpieza de las cerámicas, sacarles brillo y las piezas que eran usadas como vasijas o recipientes para agua deben ser selladas con leche que, al tener grasa, cubre los poros de la cerámica dejándolas con una terminación que es a prueba de toda filtración.

Quinto, se referirá al producto en sí, que no tiene comparación alguna porque al ser confeccionado de un solo trozo de greda, no tiene cortes ni uniones que con el tiempo o movimiento se puedean fisurar y al ser hechos a mano son piezas únicas en forma, tamaño, peso y diseño. El tiempo de trayectoria de esta tradición se remonta a una tradición familiar de las antepasadas generaciones que la mantuvieron gracias a la dedicación y perfeccionismo y delicadeza que sólo la mujer tiene, que al paso del tiempo se ha reencontrado con sus orígenes en la cultura diaguita.

Sexto, en los comienzos se vendían sólo en la región pero al paso del tiempo se extendió en el Puerto de Coquimbo y por ende en el extranjero, otro aporte a la difusión. Y fue el turismo que tuvo su apogeo llegando a ser vendidas las cerámicas a Europa, China, Suiza y países latinos".

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  • Identificador SIGPA: CI174
  • Fecha de registro: 04-08-2011
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Femenino
  • Comuna: La Serena
  • Region: Coquimbo
  • Fallecido (26/06/2017)
  • Cultora destacada 2012
Ubicacion
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