Luis Leonidas Vicencio Chávez
Conchalí, Metropolitana de Santiago

Tengo 59 años, empecé como organillero, mi abuelo era organillero, él comenzó la tradición en la familia y hace como 12 años empecé el oficio de chinchinero con un amigo para complementar ejerzo ambos oficios. Empecé a salir con organillo con un tío-hermano (Omar Chávez) como a los 9 -10 años y también con mi abuelo que llegó a tener como 11 organillos por los años 50 - 60, vivía en un ambiente de organilleros y supe cómo funcionaban desde un principio, tengo recuerdos desde los 3 años, andaba con remolinos, con los sapitos mientras los mayores tocaban.

El organillo es un instrumento que funciona con viento, tiene un fuelle que vendría siendo un motorcito eólico, tiene flautas de madera que producen notas altas y graves, la música está escrita en un cilindro, sería un pendrive moderno, el cerebro del organillo, con la manivela uno le da impulso a la melodía, que puede tocarla más rápido para acompañar a un chinchinero, dependiendo del tiempo de la melodía que puede ser vals, foxtrot, cueca, tangos. Igual el organillo hay saber usarlo, manipularlo porque son instrumentos delicados, no es llegar y darle vueltas a la manivela, el calor y el frío cambian los sonidos, los cambios de temperatura le afectan y hay que ajustar algunas piezas.

El organillo para mi tiene un valor de recuerdo, sentimental muy grande, a veces escucho melodías del organillo y me dan ganas de llorar. Hace como 15 años empecé a fabricar un organillo y los terminé hace 7 meses, me demoré porque tuve que hacer mi casa, pero quedó bien y me gustaría fabricar otro para incentivar a mi hija para que siga la tradición, no para vender.

A los 17 años me puse un bombo, practiqué en mi casa, como 5 meses, con el chinchin, siempre me gustó, con un amigo, muchos años después empecé a practicar y como hace 12 años empecé a salir con el bombo y mi señora nos acompañaba con el organillo. Me hice mi bombo porque a mí gusta hacerme mis cosas, compré las partes de a poco y lo fui armando, no es fácil porque tiene que regular bien el tirapié para que suene bien cuando corresponde, requiere harta resistencia física.

Le he transmitido mis conocimientos del chinchin que es una batería invertida a un primo que es baterista, complicado porque está acostumbrado a tocar hacia adelante, además de la resistencia qué le falló, hemos ido a colegios a mostrar el oficio, su historia, el funcionamiento, es bonito porque les atrae mucho a los niños. Hemos trabajado cerca de Chillán, San Carlos, Yungay, también he trabajado en Valdivia. En la Quinta Región Los Andes y San Felipe. Para mí es importante este oficio, trabajo en forma independiente, tengo mis horarios…es una forma de vivir, nos gusta, sentimos libres.

   

  • Identificador SIGPA: CI6087
  • Fecha de registro: 16-08-2022
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Masculino
  • Comuna: Conchalí
  • Region: Metropolitana de Santiago
Ubicacion
Fotografías