Magdalena Cabral es del sector de Truf truf en Padre Las Casas, región de La Araucanía. En el marco de la investigación realizada entre 2018 y 2019, se extraen citas biográficas sobre su historia como tejedora.
“A los 12 años empecé a tejer, aprendí viendo a mi mamá y a mi abuelita. Mi mamá y mi hermana me corregían, así aprendí.
Bueno, yo quise aprender el trarikan, yo no aprendí que me dijera mi tía abuela o mi abuela, no. Conocí a otra chica, que me parece que era de Cholchol y vino a hacer una capacitación, con la misma técnica que hacía mi abuela, con ñocha, con piedra mallo. Yo poco participé, como era muy niña.
He hecho mantas de trarikan, pero a mí me gusta más el ñimin, que puede ser simple, doble y triple, eso se hace más por acá y teñido natural. Hago trariwe*, mantas, murales, trarilongko, bajadas de cama, pieceras y lamas o alfombras, de todo.
Nosotros los mapuche tenemos una riqueza enorme, no sólo espiritual, sino que cultural también. A mí si me dejaron como artesana es por algo, a mí si una machi o un longko me pide algo, yo no me puede negar, porque para mí es una persona que va cinco pasos más adelante y a mí me dejó chau ngenechen hacer ese trabajo, para seguir luchando con lo que a nosotros nos dejaron, la cultura”.
*Magdalena ganó el Sello Artesanía Indígena con un “trariwe faja” tradicional, en 2017.
Magdalena como una experimentada y reconocida tejedora, se dedica a enseñar el oficio a otras mujeres, mediante talleres que dicta en distintas comunas. Es invitada frecuentemente a ferias, por la calidad de su trabajo y su disposición amable a participar y a compartir sus saberes con distintos públicos interesados en su obra; así también, últimamente ha sido invitada a dictar charlas sobre el tema del textil, tanto en formato presencial como virtual.
En la comunidad, cumple el rol de ser gillatufe, que es quien dirije el nguillatun.