Aprendió viendo desde niño la práctica del organillo y el chinchín en manos de su padre Manuel Lizana y su abuelo Héctor Lizana, formando un eslabón más de la tradición familiar. Comienza como juguetero al lado de su abuelo. A los doce años sale a tocar el organillo solo junto a su hermano Héctor Lizana, quien vendía remolinos y chicharras en las presentaciones callejeras itinerantes a través de las comunas de la capital. En 1985 comienza a salir de gira fuera de Santiago, a ciudades como Rancagua, junto a su abuelo y Gustavo Muñoz, ayudando en la venta de juguetes. Desde 1987 y hasta hoy en día, recorre como chinchinero durante el verano el sur del país, desde Chillán hasta Chiloé. Actualmente trabaja recorriendo las comunas de La Florida, Quilicura y barrio alto. Para los 18 de septiembre trabaja en las cadenas de mall, algunos supermercados y empresas que solicitan servicio para la fecha.

Tiene dos organillos, uno heredado de su padre, original alemán, de aproximadamente de 100 años; y el otro es uno hecho por él y ayudado por el padre. En 1985 recibieron junto a Omar Chávez a una cumbre de presidentes en La Moneda, y distintos festivales. El chinchín es confección familiar.