Soy organillero-chinchinero y fabricante de organillos. Aprendí a tocar primero el chinchin a la edad de 3 años, 8 meses, no recuerdo pero tengo fotos donde salgo chico tocando el bombo, con el organillo empecé como a los 12 años, que fue la primera vez que salí a calle, por los cerros mi papá me enseñó a tocar el organillo, y el chinchin no sé cómo lo aprendí, como era tan chico, venía en la sangre. Cuando era chico veía a mi papá salir a trabajar y me ponía a llorar quería salir también, quería seguirlo y hacer lo mismo que hacía él, eso es lo que recuerdo. Para el chinchinero lo principal es tener un buen instrumento, que es el bombo, mantenerlo bien, el funcionamiento es base de los platillos, tener las varillas, la maceta y el redoble y tocarlo acorde con la música del organillo, en este caso el chinchinero toca acorde con la música del organillo, tiene una base donde afirmarse para poder tocar y hacer los ritmos, es difícil al principio, pero como se dice la práctica hace al maestro. En más de 30 años de oficio hemos estado en varios escenarios, con gente importante, hemos viajado harto y fuera del país, en los mismos lados donde ha estado mi papá, siempre hemos andado juntos en todos lados por harto tiempo. He practicado el oficio toda la vida.

Rol: Seguir manteniendo el oficio, que se estuvo acabando, es bastante importante, ya se ve que no se va a acabar, me estoy dedicando a fabricar y también hay otras familias que fabrican eso quiere decir que puede perdurar más en el tiempo. Hoy gracias a la fabricación hay familias y compañeros que pueden obtener un organillo lo que antes era imposible que la gente pudiera tener un organillo.

Premios y reconocimientos: Hemos tenido varios reconocimientos, ahora último el del Festival que es importante.

Resguardo del oficio: Que el gobierno, las autoridades le den más auge al oficio, a las tradiciones, se le dé más valor, pienso que no se le da mucha importancia, se ve en muchas cosas, por ejemplo, en eventos se contratan cosas que son de afuera y no del oficio, una forma de ayudar a mantener las tradiciones es contratándonos a nosotros, que vivimos de esto.