Margarita León Sánchez es locera del sector de Pilén Alto. En el marco de la investigación realizada entre 2018 y 2019, se extraen sus citas biográficas sobre su historia como locera. “Yo tenía 14 años cuando salí de la Escuela, porque alcancé a 5º no más y de ahí ya me sacaron, porque había que seguir ayudándole a los niños chicos. Mi madrastra era locera, nosotros con ella loceabamos, se llamaba Juana Gallardo y con mi hermana, éramos las dos mujeres, las otras eran más chicas así que no se atrevieron. Yo iba, le ayudaba a bruñir, después comenzaba a hormar, ella me las iba arreglando y así íbamos loceando, nos íbamos ayudando, una con otra. Después ella iba a Cauquenes a vender y yo quedaba en la casa machacando greda y lavando. Toda la venta era para el consumo no más, ella tenía 5 niños y no era como ahora, que a los niños se les paga, antes no. Yo fui a enseñar a la escuela de Porongo y así en veces viene una señora de Chanco que vino, le estuve enseñando, esa me salió buenaza, ligerito aprendió. Es que cuando estaban los maestros haciendo la casa, ella vino, y ahí ella aprendió, ligerito hizo una paila. Igual a los niños o adultos porque, a los niños uno le dice, hágalo aquí, hágalo aquí y ellos lo hacen y los adultos en veces son porfiados porque dicen no, es acá. Me gustaría seguir enseñando. Para mí es importante, porque yo con la loza, mejor decir, porque después que aparté casa, yo seguí mi loza, crie mis hijos con la loza, hicimos plata para comprar esto aquí, esto no era de nosotros, lo compramos entonces y ahí hemos seguido para adelante, estoy criando mis nietos con el favor de Dios, pero con la loza, yo todo lo que trabajo es para la casa y surtiendo las cositas que hay. Hemos sido unidos para comprar las cosas. Y me siento bien yo teniendo quien me mande a hacer la loza. Las otras me retan, porque me dicen “usted entrega barato”, es que yo lo que tengo, es entregar y no saco nada con estar guardando, para hacer otra vez”.
Margarita es socia de la Agrupación Loceras de Pilén, participa activamente, escucha, opina, valora este espacio de asociatividad. Ha sido transmisora del conocimiento a distintas audiencias, tanto niños, como adultos y se demuestra motivada a seguir enseñando, ya que la loza significa mucho para ella.
Loceras de Pilén reconocidas Tesoro Humano Vivo 2012.