Conoció el oficio de organillero acompañando a su padre Efraín Chávez, antiguo organillero de Santiago. Su primera labor en el oficio la desempeñó como juguetero, cuando apenas tenía 7 años de edad. Seis años más tarde aprendió plenamente el oficio que su padre le heredó, hecho que tuvo lugar cuando alcanzó el estado físico necesario para cargar un organillo.
El primer organillo con el cual trabajó se llamaba "El Feria", con este instrumento cargado a la espalda recorría diariamente los barrios de Vivaceta e Independencia, alcanzando hasta los deslindes de la actual comuna de Conchalí. También recorría Santiago Centro, especialmente el Barrio Brasil. Durante la década del ochenta recorrió varias ciudades de la zona centro-sur del país, como: Pelequén, Yumbel, Talca, Concepción y Rancagua. En 1988 trabajó con el eximio chinchinero y maestro organillero Manuel Lizana. Con él hizo equipo de organillo y chinchín, repitiendo la dupla que años antes habían conformado los padres de ambos, don Efraín y don Héctor Tito Lizana, chinchinero legendario.
Actualmente, trabaja en la comuna de Santiago Centro. Habitualmente recorre entre las calles Miraflores y Mac-Iver. Desde hace ya varias décadas es el organillero emblemático del barrio Lastarria y el sector Parque Forestal. Posee un número importante de organillos de diversos formatos. Es socio fundador de la Corporación Cultural Organilleros de Chile y ha tenido cargos en la directiva de dicha institución.
Corporación Cultural Organilleros de Chile reconocido THV 2013.