Paula Painen Calfuman
Padre Las Casas, La Araucanía

Paula Painen es representante de la cultura mapuche, hablante de la lengua mapuzungun. Es reconocida por perpetuar y dar continuidad en su comunidad la antigua labor de wewpife o epewtufe, es decir, contadora de epew o cuentos tradicionales, los que son aprendidos y transmitidos por medio del relato oral. Estos cuentos se caracterizan por ser el medio de trasmisión de enseñanzas ligadas a la cosmovisión mapuche y que están dirigidas principalmente a los niños, niñas y jóvenes.

En la cultura mapuche, como muchas culturas ágrafas, la oralidad expresa el cúmulo de conocimiento almacenado durante siglos y se comprende en toda su riqueza en las reuniones sociales, a través de los saludos protocolares, las arengas guerreras y en las manifestaciones artísticas como el ül (canto), nütram (historia) y el epew (cuento). De esta forma la palabra contiene la memoria y se transmite de generación en generación.

Los epew son una de las variadas expresiones artísticas de esta oralidad. Más que meros relatos o fábulas de seres fantásticos, los epew son relatos metafóricos, que encierran enseñanzas dirigidas especialmente a los más jóvenes de la comunidad. Se refieren al pasado, que apela a la memoria personal y colectiva, y se comparten a través de la palabra. Es precisamente la actividad del escuchar, la fuente primordial de la adquisición –y toma de conciencia– de la propia historia, contribuyendo a generar un sentido de pertenencia identitaria, donde la memoria es compartida y trasmitida.

La señora Paula ha dedicado su vida a conservar la lengua mapuzungun, la memoria y la cultura “es como el último disco que nos va quedando en original” dice Juan Ñanculef. Consciente de ser depositaria de una tradición en extremo significante y de poseer, junto con el don de la narración, la voluntad y fuerza para convertirse en una líder representativa de la comunidad, se ha destacado por un constante compromiso con la misma y su cultura originaria.

Reconocimiento Tesoros Humanos Vivos 2010


Obtiene el Reconocimiento Tesoro Humano Vivo por su manejo y preservación del mapuzungun, mediante su actividad como wewpife, narradora de epew (relatos ancestrales) y la transmisión que hace de estos a las nuevas generaciones.

  

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