Me inicié en el oficio a los 8 años como chinchinero, en esa época no teníamos organillo propio, teníamos que arrendar, en esa etapa el chinchin era el oficio que aprendí de mi papá, el en principio fue organillero y después aprendió el chinchin, en esos años recorría todo Chile y se movía en Providencia, Las Condes, en toda la RM, somos originarios de San Bernardo. Fui autodidacta, uno veía al papá y aprendía, él no quería que yo fuera chinchinero, quería que estudiara, pero encontré por ahí un bombito de juguete y salía a recorrer el barrio, le tocaba a los vecinos y me daban moneditas, así empecé y después el me enseño lo que había que hacer.

El Chinchin de un principio hay que aprender a llevar el compás con las varillas, sumar el platillo, ir paso a paso más el baile sin perder el ritmo, con las vueltas, las metidas de pie. El instrumento se compone de un bombo de batería angostado, se le coloca una copa de madera donde van sentado los platillos tirados por un eje y un cordel al pie que los hace sonar, en algunos casos también hay un triángulo.

Hace 6-7 años comencé a usar el organillo más seguido, como hace 6 años tengo organillo propio, siempre estuve arrendando organillos, cuando acompañaba a mi abuela que también fue organillera tocaba el organillo o hacía de chinchinero, aprendía el orga       nillo de mi abuela, mi papá, de toda la familia que practicaba el oficio. Siempre estuve ahí metido.

El organillo tiene una manivela que, al girarla, gira el rodillo que tiene las notas musicales y lleva un teclado, al bajar el teclado va marcando cada nota y cada tecla que se aprieta va abriendo un conducto a una flauta, un bajo o una trompeta dependiendo el tipo de organillo y a la vez va moviendo las bielas que son las que mueven el fuelle que impulsa el aire del organillo y ahí sale la música.

Años atrás, cuando era cabro, le enseñe el oficio a un amigo, pero después se dedicó a otra cosa, entre comillas les he enseñado a mis sobrinos porque los que nacemos en esto el aprendizaje está en la cabeza, desde guagua, un sobrino que estuvo viviendo conmigo desde los 3 años ya tocaba el bombo, se manejaba como la gran mayoría de los niños de los chinchineros, más que nada era coordinar con él los mismos ritmos, los pasos y cosas así.

Conozco hasta Coquimbo, La Serena, Andacollo, Ovalle y sus alrededores hasta Santiago, por el norte, y para el sur he recorrido hasta Punta Arenas. Hice el servicio militar en Punta Arenas y ahí llegó mi papá con el chinchin a verme y después hemos ido a trabajar allá.

He tenido la oportunidad de ir dos veces al festival en Alemania, en Berlín en 2019 y 2022 y recientemente participamos en el Festival de Valparaíso. También he estado en programas de televisión, entrevistas.