LA Señora Rosa Martín Rapimán, habitante de la Comunidad José Llancao, desde muy pequeña adquirió los conocimientos entregados por su abuela en lo referido a tejidos artesanales en telar, aprendiendo todo el proceso desde la esquila de las ovejas hasta el producto final, como lo son las mantas de Lonko y Caciques.

La señora Rosa además de practicar la artesanía tradicional es cantora en mapudungün lo cual le da un plus respecto a las demás tejedoras mapuches, además de ser la única con los conocimientos culturales en los tejidos de mantas para autoridades ancestrales del pueblo Mapuche.

Según lo indicado por su propia comunidad y vecinos, la práctica de este tipo de artesanía, no es común al interior de las comunidades, si bien es cierto se practica la artesanía por parte de mujeres mapuche, son muy pocas y únicas las que se dedican exclusivamente al tejido de Mantas de este tipo.

La importancia adicional de la persona postulada es que ella es heredera de una tradición propia de la cultura mapuche, adquiriendo los conocimientos ancestrales desde su abuela materna, quien fue la que la educó luego del fallecimiento de su madre biológica.

La importancia de esta práctica radica en que ella es una portadora del conocimiento de este tipo de tejido ya que según lo indicado por ella, existen un protocolo a seguir en la confección respecto a los diseños, tamaños y grosor de las mantas de acuerdo a los rangos del que la portará, conocimientos que ha ido transmitiendo a sus hijas y nietas pequeñas de forma de que este tipo de conocimiento ancestral no se pierda, sino que todo lo contrario, se mantenga en el tiempo a través de las nuevas generaciones.

Ha sido ampliamente reconocida a nivel local, nacional e internacional, llevando el nombre de la artesanía mapuche de la Araucanía a países como España, Francia, Portugal, Argentina, entre otros.

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