Uberlinda Hernández Valdebenito es locera del sector Rincón de Pilén. En el marco de la investigación realizada entre 2018 y 2019, se extraen sus citas biográficas sobre su historia como locera. “Aprendí de 10 años, yo aprendí sola, donde vi a mi mami a locear yo agarraba gredita y me encachaba a hacer y aprendí. No le ayudaba a ella, porque mi papi nos sacaba al carbón y, después, ya aprendimos a hacer pailitas de esas redondas, hacíamos pailas, hartas. Mi hija quería aprender, pero no pudo, loceaba poco yo y una vez que le dije, que estaba haciendo su pailita, y no la podía hacer, yo me comencé a reír y ahí mismo no quiso hacer más. No me gustaría enseñar, porque tendría que salir, acá estoy sola con ella nomás (hija), no me queda mucho tiempo para salir, voy a Cauquenes y me lo llevo aquí no más, aquí tengo que ver gallinas, chanchos, perros. No participo de la agrupación pues estoy muy lejos de todo”.
Uberlinda no participa de agrupación alguna y tampoco ha desarrollado experiencias de traspaso del oficio, ni a nivel familiar ni a externos, como niños o adultos, fuera de su entorno, en parte por verse limitada por la lejanía de su hogar.