Yeniza Andrea Bolvarán Tabali. Alto Hospicio, región de Tarapacá.

Hija de Juan Bolvarán García, perteneciente al baile Chinitos del Carmen en la salitrera Coya sur desde los ´70 y Verónica Tabalí Toro, precursora de las mujeres al interior del baile. El nacimiento de Yeniza en María Elena estuvo marcado por la fe y devoción de sus padres, quienes en su presentación la visten y encomiendan a María, tal como ella hizo con sus hijos, quienes actualmente también bailan.

Ha sido miembro del baile toda su vida, se ha desempeñado con la flauta y el tambor guía, y desde el 2019 hasta la actualidad es caporal.

Yeniza tuvo un rol muy importante en un momento del baile, ya que, junto a su madre, tías y demás mujeres asumieron el desafío de la continuidad de este.

Ella junto a las y los bailarines y socios confeccionan parte de sus trajes: capas, culeras, cinturón etc, así como también sus instrumentos musicales: flautas, tambores y banderas.

Yeniza mantiene vigente su compromiso, con más de 40 años en las filas del baile y con un cargo muy importante que es ser caporal; dirigir y guiar a sus bailarines con respeto, amor y fe a Dios y a la Chinita del Carmen y dejar una enseñanza a las futuras generaciones para mantener viva una historia y una tradición.

Ha participado de la fiesta de La Tirana grande, que se realiza en la región de Tarapacá, adonde viaja desde pequeña proveniente del pueblo de María Elena. Su baile trabaja con mucho sacrificio durante todo el año para juntar los recursos que le permitan desplazarse hasta allí. Durante su estancia, actualmente el baile acampa en La Tirana, soportando el clima: de día calor y de noche intenso frío, pero eso -asegura-, no es impedimento para cumplir la promesa de danzar a la Chinita.

Otra de las celebraciones a las que acude el baile es la fiesta de La Tirana chica de María Elena en el mes de agosto, si bien Yeniza ya no vive en la comuna, mantiene su participación siempre fue activa, conservando su promesa y colaborando en el importante rol que juega el baile dentro de esta celebración: ser los custodios de la Chinita.