En esta danza participan los Achaches y la Pareja Real, compuesta por la Princesa Margarita y su esposo, un hombre de color negro llamado Franciscano quien usa una máscara y lleva en su mano derecha un bastón con plumas de Suri (avestruz). Los Achaches representan el poder del Suri o antigua autoridad, en la cosmovisión atacameña son los guardianes de la Pareja Real. Llevan en su espalda plumas de Suri y espadas de triunfo. Las plumas de Suri simbolizan la jerarquía religiosa y política atacameña.

Este baile se vincula con hechos militares, al presentarse frente a San Pedro doblegan sus espadas y se arrodillan ante el Santo en un gesto de sumisión. La danza narra una antigua leyenda, la cual dice que el baile del Negro se inició porque a una princesa atacameña la había secuestrado una tribu enemiga. El rey llamó a quienes fueran capaces de rescatarla. Entonces se presentaron los mallku (espíritus tutelares que habitan los cerros), provenientes de la cordillera. Ellos fueron a la tribu, la rescataron y en honor a eso quedó así en el baile de los negros.

Con el paso del tiempo han entrado muchos bailes modernos en San Pedro de Atacama, los niños y los jóvenes están tratando de integrarse a nuevas comparsas, porque son bailes que les llaman la atención por su colorido y música. Para seguir conservando el baile con los niños Don Luis Cruz, actual patrón del baile junto a su madre Marta Medalla, cuenta las motivaciones que pueden desarrollar en el baile: “Para que los niños empiecen a guiarse, uno les habla un poco no más, guíense como hacen los grandes y ustedes tienen que hacer lo mismo, y no sientan vergüenza de hablar, de echar la talla, porque esa es la chispa de un Achache, igual como un humorista, tiene que echar la talla, tiene que salir con el chiste, con la talla instantánea, ese es el personaje del Achache”