Arnoldo Madariaga López (1965) es un destacado Cantor a lo Poeta que ha dedicado su vida a la investigación,docencia y difusión de las numerosas expresiones de la Poesía Popular Chilena.Toda su familia, por parte materna y paterna, han estado ligados a la Poesía Popular, por lo que desde muy joven comenzó a cultivarse en el Canto a lo Poeta y a los once años ya se encontraba asistiendo junto a su padre, Arnoldo Madariaga Encina, en los primeros encuentros de Canto a lo Divino en importantes templos de Santiago -Lourdes y Maipú.
Fue pionero en el establecimiento de una pedagogía para la enseñanza del Canto Popular, que hasta el día de hoy implementa al mismo tiempo que la perfecciona.Dice que "no se conoce si no como cantor"dejando en evidencia la responsabilidad existencial que ha incorporado a cada arista de su vida como ética y como estética -actuar y habitar en el mundo poéticamente.
Actualmente reside en el sector El Rosario, en la comuna de Cartagena. Junto a su padre e hija, delinean una larga lista de proyectos que espera poder seguir financiando y desarrollando para poner en valor el Canto a lo Poeta. Tiene un sin número de reconocimientos desde el ámbito de la cultura a nivel comunal, regional y nacional entre los que se incluye el reconocimiento de Tesoro Humano Vivo Familia Madariaga en 2017.
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¿Cuándo comenzó a aprender a cantar a lo poeta? Mire a lo mejor a lo mejor no tomé conciencia altiro que estaba aprendiendo. Yo empecé a salir al Templo de Maipú cuando tenía 11años, y a los meses siguientes, al Santuario de Lourdes. Con mi papá nos dimos cuenta que yo ya cantaba en la casa. Entonces decidimos que ya estaba en condiciones de salir a cantar. ¿Recuerda cómo comenzó a aprender y con quienes aprendió? Inicialmente yo de mi padre y también de la familia de mi padre y la familia de mi madre eran todos cantores. Luego en la rueda de canto se convierten en un aprendizaje eterno. Eso perdura hasta el día de hoy. Uno no deja nunca de aprender. ¿Qué conocimientos son sí o sí necesarios para ser un cantor a lo poeta? Incluye, por necesidad, el aprender versos hechos -en este caso eran de mi papá los versos que yo aprendía, porque él hacía mucho verso. Pero de repente uno va a cantar a una comunidad y tiene que solucionar la introducción, que es una décima que es agregada al verso,chilena, que no llega de Europa. Este verso sale con seis décimas y ahí uno tiene que hilvanar seis líneas y la hace caer a la cuarteta, que ya tiene el verso. Entonces está obligado a crear algo espontáneo. Y también de repente en la despedía, que también es chilena. Los versos del resto de Latinoamérica sonde cuatro décimas cruzadas una cuarteta, pero en Chile tienen una despedida.Entonces uno se ve obligado a hacer cosas, a crear, también a armar una composición. Pero por sobre todo, lo que se aprende lo que se aprendió primero en las ruedas son los fundamentos, sinónimo de las temáticas de los versos que se cantaban. Comprenderlo aparte de escucharlo, comprender de que se trata, y ahí surgió una necesidad de leer también para igualar los versos y los contenidos con la sagrada escritura, si efectivamente son bíblicos. Y luego aprender melodía. Y en ese tiempo el canto todavía era de una noche entera y escuchando a otros cantores. Llegar a la casa con la guitarra, con las voces,con la melodías sin ningún apoyo, pues no habían grabadoras menos teléfonos que grabarán. Era todo por tradición oral mirando escuchando y para poder aprenderlo que otros cantaban también otras melodías, porque las melodías son zonales,o sea, de acuerdo a la zona que uno cante. ¿Ha enseñado estos conocimientos y estas prácticas? ¿A quiénes? En un Canto a lo Divino en la comuna de Las Cabras, al día siguiente en la hora del desayuno, yo le pregunté a un cantor lugareño de allá de cómo se imaginaba el futuro del Canto a lo Divino en la comuna de Las Cabras 40 años después. Mi dijo: "Estamos todos viejos. Ya no salimos a cantar. No hay cantores jóvenes". Entonces fue en el año 2000, con mi papá, cuando fuimos pioneros de empezar a tomar la responsabilidad de hacerse cargo de la enseñanza. El Canto a lo Poeta no se enseñaba en talleres por ese tiempo. Nosotros fuimos los primeros en hacer talleres. Y fuimos cuestionados también por algunos profesores, porque se decía que el Canto a lo Poeta era tradición oral. También otros profes defendían nuestra posición, porque el Canto lo Poeta necesitaba llegar a las nuevas generaciones, a fin de poder hacer la renovación generacional. Y también nos dimos cuenta en aquel tiempo que para eso había que tener metodologías docentes, y ninguno de los dos habíamos estudiado pedagogías, con mi papá no éramos profesores. Entonces tuvimos que crear una pedagogía por obligación, una innata y autodidacta para nosotros mismos llevar el Canto a la sala de clases. Saber cómo empezar una clase para poder lograr un producto. Y ahí recién nos dimos cuenta que el Canto era un aporte para la mejora de los elementos cognitivos de un estudiante. Se desarrolla un sentido de memorización y de creación. Porque uno cuando le entrega una décima escrita y le dice "así se canta" se desarrolla un sentido de memorización. Pero si al alumno se le dice "la décima se hace así" y le entrega a los secretos de la creación,empieza a desarrollarse el sentido de la creatividad. Y eso lo estamos haciendo todavía, yo lo estoy haciendo en este momento, haciendo un taller en la comuna de Los Vilos y otro taller acá en la como una Cartagena con quinto y sexto fusionado, y con octavo básico. Y después uno con adultos en San Antonio. ¿Qué ha significado para usted ser cantor a lo poeta? Mire yo no me conozco no siendo cantor. En ningún momento me he imaginado no siendo cantor. El poseer una tradición que uno la conoce, la desarrolla, la entrega, es parte de mi vida. Y ahora cada una de las cosas en la vida empieza a ser poesía y a ser miradas poéticamente; si miramos al entorno, lo miramos poéticamente. Entonces significa que para mí el canto ha estado conmigo siempre. Y va a seguir estando hasta cuando Dios me dé aliento. Y con sacrificios. Con dedicación. No cantar oportunamente -que se le presentó la oportunidad- no, nosotros buscamos donde cantar, viajamos donde cantar, gastamos plata de nuestro bolsillo para ir a cantar a otra zona. Pero nos venimos contentos. Y el canto lo divino lo paga Dios, no lo paga nadie más, con la salud, con el amor, con alimento, con tener una familia. Y lo paga al contado de hecho. Entonces yo me considero una persona dedicado totalmente al Canto a lo Poeta, pero me identifica el Canto lo Divino. Mi afán ahora es seguir entregando y enseñando. Si uno sirve para algo hay que tomarlo responsablemente y siempre con la cordialidad, con la buena disposición, adonde llegue el grito. Si no hay compromiso, vamos. Si no hay plata, vamos igual, si hay poca plata, vamos igual y si hay harta plata también. Como cantor a lo poeta ¿qué papel siente que juega usted en el desarrollo de esta práctica tradicional? Uno empieza a hacer cosas y no espera autodenominarse como lo que es. Porque al final soy varias cosas. Yo soy cantor a lo divino, soy cantor a lo humano, soy payador, soy guitarrero de guitarra traspuesta, soy guitarronero de guitarrón chileno, soy -como los llama el Ministerio de la Cultura- artista educador por llevar el arte a la educación. Pero entonces, yendo a la pregunta, me identifico más con el Canto a lo Divino. Creo que me siento más Cantor a lo Divino. Es como lo que más me identifica, lo que más me satisface. Tal vez porque fue con lo primero que empecé. El resto no me lo imaginaba. Después de estar 20 años trabajando y tener una vida familiar,con un ingreso que venga de parte de la cultura, no es fácil que la cultura lo mantengan. Lo más que se da es que uno tenga que mantener a la cultura. Vivir de la música en Chile no es fácil, hay que ser sufrido también, pero es tanto el amor que se le tiene a la cultura y la responsabilidad que uno toma que no le interesa vivir pobre y morir pobres. Lo que interesa es parar la olla y tener para la familia. Yo soy papá de una hija, soy marido de mi señora y tengo un hogar, aparte de tener una casa. Entonces vivo de la música, y eso uno no lo propone, se da solo. Como cantor a lo poeta ¿cuáles cree que son sus principales responsabilidades con el canto? Enseñar es tomar la responsabilidad de llegara más personas que les escuchen, ya sea quienes están en una sala de clases o también al interior de la disciplina. También qué tipo de persona debe ser el cantor. Tiene que ser una buena persona, tiene que ser buen amigo, tiene que ser consecuente lo que predica con lo que practica. Tiene que ser solidario. No puede hablar desde la hipocresía, porque está enseñando cultura tradicional. Tocamos guitarra, pero no somos guitarristas, somos guitarreros. Si cantamos no somos cantantes, somos cantores. Entonces hay cosas que lo toman como responsabilidad en la totalidad de la vida. Le voy a poner un solo ejemplo. La familia Madariaga, en toda esta trayectorias que tenemos nosotros, más de 40 años cantando, nunca nos van a ver con más de un vaso de vino en la cabeza. Nunca jamás saliendo de aquí mi casa tomo alcohol y mi papá igual, 0 alcohol. Aunque el resto se cure no importa. Pero porque nosotros entregamos esto a una sala de clases y tiene que ser un referente las 24 horas al día. Vemos como una responsabilidad también el ser gestores culturales por nosotros mismos. Y hay cosas que faltan por hacer. Por ejemplo nos falta escribir un libro que sirva de síntesis de los códigos del Canto a lo Poeta. Eso lo tenemos en mente y no hemos podido hacerlo, porque el Cuaderno Pedagógico que tiene el Ministerio es para profesores. Pero no es lo mismo que entregar los códigos: cómo se canta, dónde se canta, por qué se canta, cuándo se canta. Cómo es en la cuarta región, cómo es acá en la quinta región, cómo es en la zona centro, porque el mismo canto tiene términos distintos y nosotros hemos tenido que ir a esas zonas para poder visionar cómo es allá. Respetar esas diferentes zonas también es una gran responsabilidad.