Nació y se crio en Lo Valdivia. Todo su linaje familiar ha vivido en Lo Valdivia.
Estuvo 10 años sin trabajar desde los años 90 hasta 2003 por los bajos precios. Trabajaba en la Salina El Cisne y ahora trabaja en la Salina El Sitio junto a uno de sus 5 hermanos. Le enseñó a 2 de sus hijos Bernardo y Luciano, de 15 y 16 años respectivamente.
En su familia desarrollan el oficio su padre Carlos Valenzuela y sus hermanos Marcos, Carlos, Jorge y Pedro, además de sus hijos Bernardo y Luciano.
Sobre el oficio salinero indica que “no ha cambiado tanto, lo que ha cambiado ha sido la percepción del oficio. Antes éramos mal mirados, ahora llega gente de otros lados, de otros países y nos miran mucho mejor, es motivador cuando llega gente de otro lado.”
Bernardo es casado. Tiene dos hijos de 15 y 14 años. Su principal quehacer es la actividad salinera, aunque también trabaja como temporero cuando no está ocupado en ésta actividad. Su familia y la de su esposa se han desempeñado como salineros, específicamente, como medieros. Su hijo mayor está interesado en continuar con la actividad salinera.
La extracción de sal de mar es un oficio que se realiza desde hace siglos. Constituye una actividad productiva que ha dado sustento económico y simbólico a los habitantes de las localidades de Cáhuil, La Villa, Barrancas y Lo Valdivia, en la región del Libertador Bernardo O’Higgins. El proceso de producción se realiza de manera artesanal, aunque recientemente se han reemplazado algunas herramientas para optimizar el tiempo y esfuerzo de trabajo. Si bien es una actividad que ha estado en riesgo de desaparecer, en los últimos años se han realizado esfuerzos importantes liderados por las organizaciones de salineros para gestionar diversos apoyos por parte de instituciones públicas, lo que ha permitido resaltar e ir dando valor a esta actividad productiva y patrimonial a nivel nacional e incluso internacional.