Nacido en el fundo llamado “La Gatera” en Chimbarongo, luego se fue a vivir a la comuna de la Cisterna. En el año 1974 llega a Valparaíso. Inspirado  por su abuelo Enrique Cabello  que tocaba la guitarra traspuesta y el violín y por un pastor evangélico que tocaba el acordeón, se inicia en la música tocando pandero en la calle en el Barrio Franklin y en el matadero, luego a los 11 años comienza a tocar el acordeón, junto a este instrumento recorrió las pérgolas de las flores y un sin número de restaurantes como el Monarca, el Café Simón, el Rey de Pescado, Quinta Surray, El Ciclista, El Cepelín, El Hércules, Quinta las Delicias y Quinta el Rosedal. Recorrió desde Santiago hacia al sur tocando en los restaurantes de la bohemia interpretando música ranchera junto a los Luceros del Valle y Eliseo Guevara, cuando llega a Valparaíso se ve en la obligación de tocar en el transporte público, sin embargo, gracias a un contacto de un amigo músico llega a tocar a la caleta el membrillo en el restaurant San Pedro (ahora llamado “Mis Nietos”), propiedad de don Raúl Quezada y ahí trabajó de forma estable por muchos años. Posteriormente trabaja en el restaurant las Parrilladas El Molinón ubicada en calle Freire y en la Parrilladas Viejo almacén de Viña del Mar, Parrilladas Cambalache, Casino de Carabineros de Villa Alemana. Su expresión musical no solo era durante el día, sino que también en la noche, donde llegaba a presentarse en los locales como el Submarino Amarillo, el American Bar, el Roland Bar, la Puerta del Sol, el Restaurant Francia y en algunas casas de niñas del sector. Ya cuando se le unen sus hijos Abdías y Daniel forman el trío Los Parejitos del Bolero y trabajan recorriendo los restaurantes como el Jota Cruz de calle Condell, el Rincón de las Guitarras y los restaurantes del Barrio Puerto. Sus grandes mentores fueron músicos como los acordeonistas “El Rabanito”, Rafael Alcaíno “Rafaelito” y Hernán Bahamondes y sus grandes referentes en el género del bolero son Luis Alberto Martínez y Ramón Aguilera. La trayectoria de Carlos Chamorro no solo se ve reflejada en el género del bolero, sino que también en la cueca, es así como crea el grupo “Los Caballeros de la Cueca”, el cual también es integrado por sus dos hijos. A través del tiempo a entregado sus conocimientos a distintos cultores más jóvenes, así como también a agrupaciones folklóricas. Sigue trabajando en su expresión musical junto a sus hijos todos los días por los restaurantes del barrio puerto y caleta el membrillo.

Carlos Chamorro ha tenido un rol muy importante dentro de la música de la bohemia tradicional de Valparaíso, ya que ha sido un músico que ha permanecido vigente desde que se radicó en la ciudad puerto, manteniendo la tradición de interpretar el género del bolero, el vals peruano, el tango, las tonadas y las cuecas en distintos lugares del barrio almendral y del barrio puerto, transmitiendo sus conocimientos a sus hijos, los cuales actualmente lo acompañan en su trabajo diario tocando en los restaurantes y en distintos eventos sociales.