Carlos Santiago Varas Yañez
Rancagua, Libertador General Bernardo O'Higgins

Santiago Varas Yáñez, hijo de Samuel Varas e Hilda Yáñez, nacido en el fundo "el Crucero", ubicado al llegar a Chancón. En los años 50 se trasladan a San Vicente de Tagua-Tagua, a partir de esta época es cuando comienza a incursionar en la poesía con romances, cuartetas y décimas que aprendió de su padre y éste a su vez de su abuelo, así participa de los primeros cantos a lo divino en la comuna de San Vicente, destacándose como un joven que compone versos de gran calidad los cuales interpreta según la tradición de los maestros "puetas" de la zona, todos fallecidos a la fecha. Gran parte de su vida la dedicó a la agricultura en la región de O’Higgins, posteriormente como camionero momento en que comienza a quedar ciego. Se trasladó a Pichilemu donde se dedicó de lleno a la poesía, momento en que empieza a dar a conocer el canto a lo divino por distintos puntos de la región. Posteriormente se traslada a Rancagua donde continuó cantando a lo divino y dedicándose por completo a la poesía tradicional chilena, cooperando con el archivo de música del Museo Regional de Rancagua y creando un espacio de encuentro entre los cantores, los estudiantes, profesores e investigadores. El archivo de música del Museo Regional se creó y ha crecido gracias al aporte de Santiago Varas, el cual permitió conservar para las nuevas generaciones las imágenes y sonidos de esta tradición y de los antiguos "maestros puetas", los cuales han grabado para el archivo, como lo son: Santos Rubio, Salvador Pérez, Hipólito Matus, Honorio Quila, Segundo Correa, Andrés Correa, entre otros. 

Santiago Varas cumplió con más de 60 años de actividad en la poesía y la música tradicional. El contenido de su poesía acompañó el compás de la existencia popular, el sistema cíclico de la décima se enlaza a los ciclos giratorios de las generaciones; viviendo a través de la oralidad, la creación, la transmisión y la variación. La poesía de Santiago Varas heredó la fuerza que le permite desafiar los tiempos y espacios. Varas comprimió en su expresión lo contingente de la actualidad con lo antiguo de la tradición, fue un verdadero cronista de época, de una poesía que en su sector se ha debilitado  y que dejó a Santiago Varas como uno de sus últimos baluartes. Santiago Varas se dedicó a investigar y a rescatar el legado de cantores a lo divino y poetas de la región, tales como: Rosa Araneda (1850-1894), Daniel Meneses (1868-1909) y Lázaro Salgado.

   

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