El Canto a Lo Poeta lo conozco desde antes de que lo haya aprendido. Esto fue por mi nexo con grupos folclóricos, ahí asistí a los primeros encuentros de payadores en Valparaíso. También había escuchado los payadores en la Radio Umbral, cuando estaba en la universidad. Esto fue en los años ´90. Desde ahí fui un asistente recurrente en a los encuentros. Pero ya de manera más constante cuando fui a Casablanca, eso fue en el año 2002.
Vi varias entrevistas, y tenía la melodía del canto a lo poeta en mi cabeza. Me dediqué a escribir propiamente cuando empecé a ir a los talleres de los Madariagas en el año 2015. Ahí trabajábamos todas las habilidades para payar, y, bueno, desde la motivación y el empuje me metí un poco más cuando constituimos Payadores del Puerto. Si no fuera por eso yo seguiría de espectador.
Creo saber los conceptos básicos de este arte: melodías, décimas y cuartetas, y otros; y he tenido la oportunidad de entregar estos conocimientos a otras personas a través del mismo colectivo.
En estos momentos siento que soy aprendiz de payador, y cantor, porque siempre he estado cercano a la música. Yo creo que la función que cumplo como payador es la de preservar la tradición del canto a lo poeta; enseñarlo, buscando espacios para eso; y finalmente promocionarlo; sobre todo estando acá en Valparaíso porque antes no ha habido una historia fuerte aquí en el puerto.