La alfarera Elizabeth inició el oficio como un juego, ayudando a su madre. En la actualidad realiza todos los pasos del oficio, a excepción del molido. Las piezas que crea son principalmente ornamentales, siendo éstas miniaturas y juguetes.
Pertenece a la agrupación Comité de Alfareras de Quinchamalí.
Fue reconocida como Tesoro Humano Vivo 2019 Alfareras de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca