Fabián Ignacio Venegas Sánchez
El Tabo, Valparaíso

Fui consciente de este arte en el año 2015 o 2016, cuando tenía unos 23 años más menos. Ahí fue cuando lo conocí como concepto, pero el 2016 ingresé a practicarlo con el profe Panchito (Francisco Astorga); él me abrió las puertas de su encuentro allá en Codegua de la Cruz de Mayo, donde Elías Zúñiga. Antes, eso sí, el profe Panchito me permitió ir a sus clases de oyente; siempre con esa humildad característica suya. Fui a sus clases de folclor, guitarrón, guitarra traspuesta. Siempre en esas clases de folclor para pedagogía, yo era de licenciatura, entonces no tenía nada que ver mi carrera con eso. Él me ingresó al canto a lo divino, y también me presentó una red de cultores la cual también me aceptó. Así fue como vi una vigilia de canto a lo divino en el campo chileno, y eso me maravilló.


Con el profe Panchito empezamos las clases grupales con guitarrón chileno y también con guitarra folclórica, y dentro de este ramo hacíamos décimas, y cómo funcionaba la décima dentro del canto a lo poeta, que era muy distinto que el folclor en general. Así nos fuimos acercando a este mundo, a través de las clases grupales. Pero después, conociendo a los cantores, uno entiende lo que es realmente: el universo del canto a lo divino y la décima estando dentro de él, estando inmerso como cantor. Eso sí, yo estuve varios meses sin cantar. Eso fue por respeto, y porque también a mí me cuesta reconocerme como algo, en este caso, como cultor. Pero una vez que los mismos cantores, luego de tantas veces que fui a ver, me obligaron a cantar. 


Yo he intentado transmitir, de la mejor forma posible, este arte; así como el profe Panchito lo hacía. Me he atrevido enseñando guitarrón a algunos amigos de la universidad. También he enseñado de manera más privada guitarrón. Y el 2020 en la pandemia hice clases online, le hice clases a Fernando Campos, cantor a lo humano. Él quería aprender a tocar rabel y guitarrón. 


Uno de los encuentros que me ha marcado fue el encuentro de payadores de El Rincón del año 2016, porque fue la primera vez que canté y fue en las tierras de mi maestro. 

Saber estas cosas es un tesoro invaluable; y es porque pocas personas han tenido la oportunidad de vivir experiencias con un maestro, tener vivencias con él y no tener vivencias por fuera, a través de un libro. Es muy valioso tener vivencias propias y aprenderlo desde la tradición oral: yendo a la casa de tu maestro, quedándote con él, conversando con él por horas. Eso es un tesoro incalculable. Me pasaba en un principio que tenía una sed insaciable por aprender el guitarrón, la guitarra traspuesta, el rabel, pero todo esto al principio. Pero hay una sabiduría que se encuentra en las experiencias de tu maestro, en cómo aprendió él, cómo vivía él el canto a lo poeta diariamente. En el fondo es una forma de vivir el canto a lo poeta. 


Siento que la función que estoy cumpliendo es de transmitir y heredar lo que me entregó mi maestro. El transmitir es para las personas que nunca han escuchado sobre guitarrón chileno, porque tengo esa conexión con gente de ciudad que nunca ha escuchado el guitarrón. También se trata de enseñar qué es la paya, el canto a lo divino. Para mí es importante el educar, con las cosas que hago. La labor que yo estoy entregando ahora es traspasar la información, y enseñar el canto, pero también su parte valórica, pero eso solamente se logra cantando en una vigilia, siendo cantor a lo divino en las pistas mismas. 

  • Identificador SIGPA: CI6707
  • Fecha de registro: 06-09-2022
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Masculino
  • Comuna: El Tabo
  • Region: Valparaíso
Ubicacion
Fotografías