Su mamá Margarita Olivares, le enseñó a cantar y tocar la guitarra, entre los 15 y 18 años. Para aprender los versos, su mamá le indicaba que los escribiera en un papel y los memorizara. Creció en el fundo El Romero, en Caimanes, donde las principales fiestas religiosas se realizan toda la noche acompañada de Canto a lo Divino y baile de danza y lanchas, permitiendo el desarrollo de muchos cantores como don José. Las fiestas que se realizaban eran las alojadas de la Virgen Peregrina, fiesta en casa de la señora Abelina Tapia, y vigilia navideña en la capilla de Caimanes. Recuerda que en fundos vecinos como Mauro y Tipai, habían muchos cantores como Javier León y Manuel Rivera. Y que además de danzas y lanchas, se bailaba balambo con un ritmo y movimiento más rápido.Considera que la afinación de la guitarra es esencial para practicar la memoria de los versos, porque la melodía se refuerza con el son de la cuerda y la postura de los dedos. Canta por tradición y fe en los santos.
Continuando con la tradición de donde crecieron, junto a su esposa Purísima Tapia, realizan una fiesta en su casa en el mes de febrero. Invitan a cantores como Caciano Monroy, Juan Aguilera, y Francisco Rozas. Creando y manteniendo espacios para que los cantores se puedan reunir a cantar y bailar. Actualmente vive en la comunidad de Las Cocineras, y es invitado por el baile chino San José, a las fiestas religiosas donde hay espacio para que canten y bailes los cantores a lo divino.