José Secundino Díaz Barria
Cisnes, Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo

Secundino Díaz Barría nació en Isla Tranqui, cercano a la localidad de Queilen en Chiloé, Región de Los Lagos. Su padre Félix Díaz Torres fue navegante y maestro carpintero, su madre fue Dorila Barría Cárdenas. En el seno de una familia de diez hermanos, de la cual Secundino era el menor, llegan a Isla Magdalena, lugar donde aprende el oficio siendo niño. Su padre que se desempeñaba entre el trabajo en el mar y trabajo en tierra construyó embarcaciones para las personas locales de la zona. Secundino aprende trabajando, observando a su padre y ayudándolo, de modo que ya a los quince años dominaba los principales conocimientos y técnicas asociados al oficio. Relata que le enseñaba de la misma forma en la que él le enseña a su hijo: “estoy sentado mientras él está trabajando, le digo yo, tendrías que hacer esto porque ahí te está quedando un poco chueco”. La primera embarcación que Secundino construyó solo fue a los dieciséis años. A partir de ese momento ha desarrollado botes pesqueros de distintos tamaños, de siete hasta doce metros, junto con lanchas y chalupitas. Respecto a estas últimas las construyó cuando empieza a trabajar de maestro, la más pequeña medía cinco metros y la más grande nueve, eran madera de ciprés -el cual actualmente escasea- traído por el dueño o comprado por él, le hacía la mano de obra, “le hacía el presupuesto,tantos clavos, tantas tablas, tantos clavos, tanto esto, esto, esto… Y yo le hago el bote, la embarcación”. Comenta que la única diferencia entre la construcción de chalupas y otras embarcaciones es que la chalupa tiene dos proas, en términos de materiales, es exactamente lo mismo. Uno comienza con la estructura, con la quilla, la roda, espejo y contrarroda; la plantilla. En el caso de ir a buscar la madera, es una labor bastante sacrificada que dura días, se debe ir acompañado por seguridad y con herramientas, es un viaje extenso, tanto desde Cisnes hacia el predio como desde ahí hacia donde se encuentra la madera. El toque final de una embarcación es la pintura, él utiliza máximo tres capas, esto por la lluvia y para evitar que por un exceso de pintura la tabla gane humedad y se deteriore. Finalmente, se pasa por capitanía para inscribir la embarcación. La última chalupita que hizo fue en el año 1987.

Durante los periodos de auge de la actividad pesquera es donde más encargos de embarcaciones le han solicitado. En este sentido, de los seis hijos que tiene Secundino, cuatro hombres y dos mujeres, los hombres lo han ayudado en la construcción en aquellas temporadas de alta demanda. De modo que les enseñó las diversas técnicas y uso de herramientas de la carpintería de ribera, sin embargo, se han dedicado más a la construcción habitacional. Aparte de ellos ha enseñado a más personas, dice no ser egoísta con sus conocimientos, él recomienda qué hacer a otros colegas y ha enseñado también a grupos, como es el caso de un curso impartido por el SENCE en Isla Gaviota, donde construyeron un bote de siete metros. Actualmente junto a su hijo quieren comenzar a trabajar las chatas, que son de tres metros, para utilizarlas de acarreo como embarcación auxiliar, lo cual es exigido por una normativa “los barquitos no pueden andar sin su auxiliar.” Junto con lo anterior también realizan reparación y mantención de embarcaciones. En el caso de la reparación “los arreglos más comunes que llegan son cambiar la roda, estopar, enmacillar, pintar y así po’, cambiar algunas tablas, cuadernas. Ligazón, quele decimos nosotros” mientras que la obtención de la madera es la misma, si él no la tiene, se la debe conseguir el dueño.

Cabe mencionar que, en los últimos años, las embarcaciones de tipo pangas, hechas de fibra, están desplazando a la carpintería de ribera. Secundino considera que en un futuro la construcción en madera se va a perder, en parte por la escasez de madera y por introducción de nuevos materiales de construcción como es la fibra. Una de las diferencias que señala entre la fibra y la madera -y una ventaja para esta última- es que, en el caso de temporal, una embarcación de madera es más barata de reparar, a diferencia de la fibra, que es carísima. Dicha situación generó que Secundino haya optado por la elaboración de embarcaciones más pequeñas que no implicantanto material.

Se encuentra activo ejerciendo el oficio, enfrentando las complicaciones de escasez y dificultad de conseguir madera, junto con la competencia con embarcaciones de fibra.

  • Identificador SIGPA: CI3779
  • Fecha de registro: 27-04-2021
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Masculino
  • Comuna: Cisnes
  • Region: Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo
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