Pertenece a una tradición familiar de cantores campesinos del Valle de Pupío. En su familia cantaban su abuelo materno, sus tíos y su mamá, Margarita Molina, quien le enseñó a tocar la guitarra y cantar a lo divino a los 12 años, junto a sus hermanos. Aprendió dos afinaciones, por prima, haciendo las posturas en la primera cuerda, y por segunda, posturas en primera y segunda cuerda. En estas afinaciones canta a lo divino, toca danzas y lanchas. Aprendió alrededor de 30 versos de los cuadernos de sus abuelos y del libro el Mesías. En las alojadas de la Virgen Peregrina, cantó con su mamá versos contrapunteados, cantando un pie intercalado cada uno.Su desarrollo como cantor a lo divino, se enmarca principalmente en el recorrido de la Virgen Peregrina, acompañando en las alojadas de casa en casa, en las comunidades de Socavón, Las Cañas, y Choapa. Motivado desde su corazón y por devoción a la Virgen. Lo acompaña su familia, observado por los más pequeños que bailan danzas y lanchas.

Es invitado por las familias que reciben a la Virgen Peregrina en sus casas, para cantar, tocar y tañir la guitarra, tocar y bailar danzas y lanchas.Asiste a la Fiesta de la Virgen del Carmen en Socavón, donde se reunen con más cantores de los alrededores, haciendo una ronda de hasta cinco o seis cantores.