Manuel Bernardo Delgado Zapata
Petorca, Valparaíso

MD: Yo tuve una buena memoria en un tiempo y para aprender a leer no tuve memoria. Y cuando vine a aprender a leer lo poco que se, a leer y a escribir, fue cuando me empecé a meterme en la cuestión de la guitarra y los versos a lo divino. Los primeros versos que aprendí los aprendi solo por escuchárselos a otro cantor, antes en esta tradición de la virgen era muy ordenada. Cuando yo tenia 12 años, para poder ir a la virgen, tenia que arrancarme en la noche de la casa, porque los viejos se quedaban dormidos en la casa y yo salía a pata pelada, por allá me iba a poner las chancletas que tenia para ir a la virgen. Yo entraba adonde estaba la pieza celebrándose la virgen y me sentaba al lado de un cantor y no me movia de ahí. Antes a los niños chicos no les admitían ni meter bulla, ahora se ponen a conversar, empiezan y meta conversa, el otro está con el teléfono y no escuchan ni lo que está cantando. Antes, la tradición de uno, era esa.
Mi familia no participaba en el canto a lo divino. Mi taita era un hombre que no creía ni en el diablo, menos iba a creer en la virgen. El era un agricultor, criancero de animales y la profesión de él fue de amansador de animales, domador de animales chúcaros. Era buscado en los fundos de Alicahue, Bartolillo, Sobrante, Chincolco, Pedernal.
De mis hermanos tengo solo uno que canta, pero vive en Santiago.
Yo tenia como 12 años cuando empecé a cantar, en ese entonces sabia dos versos, y canté con un hombre que está bajo tierra hace mucho tiempo, que en paz descanse, el finado Alberto Carmona. Yo llegue a aprenderme entre 25 y 30 versos, en la memoria. Hay muchos que dicen que se meten 100 versos, pero yo no les creo, porque resulta que cuando llegue a esa cifra, a mi se me revolvieron los versos, cantaba un verso y se me metía otro. Entonces ahí dejé de cantar como 10 años. Y una vez un hombre me pidió que fuera a cantar, y ahí empecé a cantar de nuevo, pero poco. Después un hijo me regaló una guitarra y con esa he vuelto a tocar.
El Padre Miguel Jordá nos dijo que los cantores no debíamos dejar el canto, porque un cantor a lo divino era un don que Dios les daba. Y el cura de Quillota me dijo que un cantor a lo divino predicaba mejor que un cura, porque cantaba la realidad de las cosas, lo que fue y lo que sufrió Jesucristo.
Para aprender a cantar, el que quiere aprender, primeramente tiene que cantar versos por saludo, porque uno cuando llega a una casa lo primero que hace es saludar.

 

  • Identificador SIGPA: CI1292
  • Fecha de registro: 09-02-2014
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Masculino
  • Comuna: Petorca
  • Region: Valparaíso
Ubicacion
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