Matías Jullian Figueroa comenzó a conocer la décima hace 20 años, según declara fue un camino lento y paciente, pero fue recién hace 5 años que se decidió a improvisarlas frente a más personas. Considera muy importante ser parte de una tradición tan antigua, además de poder difundir el guitarrón y el canto a lo humano en el Archipielago de Chiloé donde ésta tradición no es conocida, constituye casi un hito en este territorio.