Óscar Raúl Zamora Umaña
Valparaíso, Valparaíso

Yo empecé a aprender esto en el año 2005 cuando el payador José Riveros apareció en la finca que tenía, allá en Argentina. Todo esto empezó con un amigo, el Guri, quien sabía escribir décimas, pero no improvisaba. Entonces empecé a aprender las reglas de la rima, el cómo se rima la décima. Todo esto fue en Argentina. Pero, resulta que, en un primer momento, de pequeño —sin saberlo— siempre estuve cercano a la poesía popular. MI papá decía cuartetas de la tradición, y mi tío improvisaba cuartetas. Entonces, yo tenía una cercanía con esto. Yo me fui de Chile a los 18 años. Entonces no tuve acceso a más hasta que llegué a la Argentina, llevaba algo que traía del pasado, pero ahí no era en cuartetas, sino que era en décimas. Y, entonces, yo empecé a aprender todo esto aprendiéndome versos hechos. Y así fue que José Rivero me empezó a decir, simplemente, “vamos a improvisar cura”. Hay una beta en Argentina que se llama ‘el floreo’ que se trata de cantar en décimas, y luego de que el cantor se calla, viene el poeta y le hace un verso a la persona presente, y luego sigue el canto. Se florea el canto que se está cantando, y a una persona determinada. Yo conocí el canto a lo poeta cuando volví a Chile, el 2009. Me encontré con un encuentro de payadores en La Piedra Feliz. Y ese encuentro de payadores me llevó a conocer más payadores. Y de repente me encontré con que había un taller de los Madariagas en el que participé, en el colegio Domingo Ortiz de Rosas de Casablanca. Ahí me encontré con La Charagüilla quien me pidió que la casara; y de ahí conocí a dos maestros en mi canto: Jorge Castro y el Chincolito. Y de ahí pasé a Nicasio Luna, y luego pasé a conocer a payadores que eran de mi zona: Paul Castán, Pancho Lewero, entre otros. Desde ahí empecé a conocer el canto a lo poeta. Yo conocía el 'Bendita sea tu pureza', pero nunca lo había cantado. Entonces, qué sucedía…en los matrimonios, en los funerales, empezaba a cantar canto religioso, pero un día empecé a recitar versos que me sabía. Eso era para condescender con el ambiente. Ahí empecé a conocer más profundamente el canto a lo poeta, y sobre todo el canto a lo divino. Me fui a Linares y aprendí muchas melodías del canto a lo poeta. Mi vida estaba entre Argentina y Chile, yo empecé a generar encuentros de payadores entre los dos países. En Argentina empecé a participar en encuentros de payadores en La Plata, en Ensenada, sobre todo. Yo conozco muchísimos payadores, y así empecé. Yo tengo más relación con la tradición gauchesca. Domino muy bien el lenguaje payadoril y la tradición del campo gauchesco. A modo de enseñanza, yo he compartido este arte con muchas personas de mi comunidad religiosa, con mi familia, con gente de otros países. Desde mi vocación de sacerdote he podido compartir la maravilla del canto improvisado a muchas personas.

Saber todas cosas significa entrar en la cultura del hombre, en la cultura del ser. El hombre también es en verso, también es en décimas. Como el hombre es un lenguaje continuo en crecimiento, también se le puede definir en décimas, cuartetas, en verso…porque son las formas que tenemos para referirnos a cosas; porque la cuarteta es para decir ideas, pensamientos; y como es estructurado tiene premisa mayor y menor…y también tiene remate. Aquí el hombre amplía ideas, corrige ideas, planifica ideas en todos los ámbitos de la existencia.El folclor con la arista payadoril responde a la cultura más autóctona del hombre; y creo que el poder manifestarse folclóricamente con la improvisación responde a la necesidad del hombre que quiere expresarse, pero no puede, pero ahí está el payador para representar esa voz. Por eso tiene tan sentido el decir que somos la voz de los que no tienen voz. Los argentinos dicen que el payador es el primer periodista, porque va contando la historia con sus versos; pero más que un periodista es un profeta folclórico porque denuncia…anuncia y denuncia. Es un profeta folclórico, campesino, criollo porque representa a aquellas personas que no pueden estar con su voz, o con una guitarra o con un canto. El payador hace que las cosas no se queden en el tiempo, sino que se prolonguen en el espacio…porque hay algunas cosas que se quedan grabadas, o quedan escritas.

  • Identificador SIGPA: CI6711
  • Fecha de registro: 06-09-2022
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Masculino
  • Comuna: Valparaíso
  • Region: Valparaíso
Ubicacion
Fotografías