Yo entre a cantar muy chico, ranchero, era más chinganero. A mi mamá la contrataban el 18 de septiembre y yo tenía que tocar, desde los 12 años. Mi mamá cantaba y yo le iba a tocar la guitarra. Yo aprendí primero por solfa. Es distinta a la primera, a la segunda y por música. Tocaban tonadas, cuecas y corridos.
Mi mamá también cantaba a lo divino y yo empecé por ahí por los 13 años. Habían buenos cantores en esa época. Yo iba a todas las alojadas, a todas las paradas. Iba hasta la Palma yo, El Ajial, La Viña, Guangualí. Pa todos lados. Yo recorrí todo Huaquén en las alojadas, iba a los Molles. Cantando rancheras y cantando a lo divino.
Yo compongo versos. Yo tenia el libro del Mesías Verdadero, y ahí salen mucho versos. Yo no sabia versos por joyería, pero ya lo saqué.
Antes habían muchos mas cantores, buenos cantores habían antes.
Mis hijos tampoco cantan.
Dios da el don del canto, pero se los da a ciertas personas, a nadie mas se los da. Dios le da ese don a unas personas, y si no no pos.
Yo me puse a sacar payas y cuecas, para que no se termine esa tradición tampoco.
Trabajaba en el Salvador, comiendo tierra.
Yo he estado cantando en El Trapiche, en el Maitén Largo, Los Romeros, Santa Marta, La Canela y Pichilemu. Es la virgen de Longotoma. La virgen de Quilimarí no va a Longotoma, esa sale de la Iglesia de Santa Marta.