Yo aprendí este arte como a los 20 años. Yo lo aprendí de mi abuelo, José León Tapia. Yo comencé en una vigilia de Canto a lo Divino, en Casablanca, pero de Putaendo. Ahí nos invitaron a mí y al "Choro" Estay, y ahí nos lanzamos a escribir décimas y cuartetas.
A mí me dicen "Chamullo" y se debe a una historia que se llama "La moto del Chamullo"; eso lo escribí yo. También publiqué el año pasado, bajo la ayuda de la Municipalidad de Putaendo, el libro "Aquí les viene Chamullo". Ahí hay décimas de distintos fundamentos: a la lluvia, a los profesores, y otros temas.
Para mí saber estas cosas es dejar un legado para la familia que tengo.
Yo siento que soy más cantor a lo divino, pero también puedo payar y soy verseador.