Músico nacido y criado en Cerro Barón, se ha dedicado casi 50 años a la guitarra y al requinto, siendo reconocido por sus pares como uno de los mejores exponentes en su género. Fue su padre quien reconoció en él y su hermano el talento musical y solicitó a un amigo, Rodolfo Zamora del trío Los Caribes, que los instruyera. En sus inicios y gran parte de su juventud estuvo ligada al Barrio Almendral y sus reconocidos espacios de Bohemia, donde aprendió de los grandes exponentes de la música de la bohemia de aquel entonces como Silvia Trigueña, Luis Brante, Margarita Torres, Carmen Corena, el Trío San Juan, Jorge Montiel entre otros. En su trayectoria ha tenido distintas agrupaciones, destacando la que conformó con el músico Lalo Escobar, la cantante Rosa Rodríguez y su hermano Oscar Donoso con quienes por más de 25 años estuvo presentándose en distintos locales de Concón, Viña del Mar y Valparaíso. Fue por muchos años la primera guitarra en las presentaciones del ya mencionado Eduardo “Lalo” Escobar, músico muy conocido en Valparaíso y a quien se le atribuye ser precursor de los Boleros en Valparaíso junto con Jorge Farías. También ha sido importante en su trayectoria musical el trío Mar y Cielo, formado en el año 2003 e integrado por los músicos David Avezón y Lorena Huenchuñir, al calor del restaurante Primer Ascensor a la Luna “Los Guachacas de Valparaíso” formado por Dióscoro Rojas. En la actualidad tiene vínculos y cercanía con cultores de las nuevas generaciones, a los cuales les ayuda tocando el requinto en sus presentaciones, así como también, comparte sus historias y experiencias. Ulises continúa su trabajo musical en Restaurantes de Concón como El Rincón de Charlie y La Picá de Emeterio, además de seguir tocando con el trío Mar y Cielo en distintos eventos sociales.

Ulises Donoso musicalmente vivió un periodo importante para Valparaíso y el Barrio Almendral, se relacionó con grandes cantantes y gente dedicada a la música, en locales que responden inmediatamente al imaginario de la bohemia en el puerto. Tuvo una relación muy intensa con el círculo cultural de la bohemia porteña y se desarrolló de una manera generosa con los artistas más importantes de la música popular en el Chile de aquel entonces, teniendo en cuenta que la mayoría de los artistas llegaban a Valparaíso por la intensa actividad musical nocturna única. Con los cultores más jóvenes trata de demostrarles el alma de bolero con el requinto, considera con mucha estima a quienes se interesan y siguen la línea de la tradición del puerto.